Leonid Andréiev: el maestro olvidado

Comenzaré diciendo que debo el conocimiento de este escritor, que lamentablemente figura en la nómina de los injustamente olvidados, a mi padre, quien me recomendó la lectura de todas las novelas que él había leído: Los siete ahorcados, Judas Iscariote y El diario de Satanás, todas ellas excelentes, aunque ninguna impactó en mí tanto como la primera.

Este escritor y dramaturgo fue uno de los máximos exponentes del expresionismo de su época. Quizá por todo cuanto le tocó vivir, sus obras son de una riqueza inigualables. No en vano, su vida se entrelazó con el apoyo a los movimientos revolucionarios de 1905 y 1917, con reuniones en su casa de Petrogrado. No vivió mucho, pero su corta vida perteneció en realidad a la literatura, para la cual plasmó algunas de las obras más significativas de su época.

Su vida, de las leyes, a las letras

Leonid Andréiev nació en Oriol el 9 de agosto de 1871. Estudió Derecho en Moscú y en San Petersburgo. No obstante, no se desempeñó demasiado tiempo como letrado, ya que pronto sintió una llamada profunda por la escritura.

Sus primeras publicaciones no llamaron demasiado la atención, hasta que Máximo Gorki descubrió su genialidad en sus relatos publicados en el Mensajero de Moscú. Así comenzó su carrera literaria y su amistad con Gorki, con quien mantuvo paradójicamente una rivalidad en el mundo de las letras, puesto que ambos representaron formas opuestas de la misma corriente.

La primera colección de sus relatos que se publicó en 1901 fue un éxito enorme para su época con más de 250 mil ejemplares vendidos. Se convirtió en una estrella de su tiempo y fue muy prolífico en su obra literaria, con innumerable cantidad de cuentos y obras teatrales.

Se casó con la condesa Wielhorska, con quien tuvo un hijo, Danil Andréiev, que en el futuro sería el autor de Roza Mira.

Sin haberse podido adaptar al triunfo de los bolcheviques pasó sus últimos años escribiendo manifiestos en contra de estos. Hundido en la pobreza y abrumado por no haber podido ver materializados sus ideales para Rusia, murió en 1919 en Leningrado a raíz de un ataque al corazón.

La obra literaria de Leonid Andréiev

Influenciado por el realismo de Antón Chéjov la obra de Leonid Andréiev refleja un interés continuo en la obsesión sexual, la demencia y el interés por el suicidio. Empleaba con frecuencia paradojas psicológicas y planteamientos sobre el significado de la vida.

Había una vez es una de sus obras más destacadas tuvo excelente aceptación por parte del público. El Abismo y En la Niebla que se dieron a conocer en 1902, toca con maestría el problema de la sexualidad, lo cual volvió a fascinar a los lectores.

En su obra teatral fue capaz de generar el mismo tipo de interés. La puesta en escena de En las Estrellas de 1906 y El que recibe las bofetadas de 1914, fueron un fiel reflejo de su dualidad que discurría entre el arte y la espiritualidad.

Debido a su estilo extremista fue criticado por los intelectuales de su época, pero aceptado masivamente por el público. Su trabajo cayó a veces en un artificio, pero logró hacerse inmortal.

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