Los relatos de Carson McCullers: la crueldad piadosa

Hay algo en la narrativa breve norteamericana que la convierte en única. Parece como si los escritores norteamericanos hubiesen sido tocados por un don para construir relatos cortos. Carson McCullers es uno de esos ejemplos destacados por la extraordinaria calidad de sus narraciones y, si bien es más conocida por sus estupendas novelas como El corazón es un  cazador solitario, Reflejos en un ojo dorado, o Balada del café triste, no hay que perder de vista su obra más corta pero no por ello menos personal, ni menos impactante.

Todos los relatos de Carson McCullers han sido reunidos en el libro titulado El aliento del cielo, que se corresponde precisamente con uno de los relatos a los que me estoy refiriendo y que, además, reúne sus tres novelas cortas: Reflejos en un ojo dorado, Balada del café triste y Frankie y la boda.

Los relatos de Carson McCullers no desvelan sucesos ni hechos extraordinarios. Como sucede a menudo en la narrativa corta norteamericana, los personajes son completamente normales, seres corrientes e incluso vulgares, con vidas a menudo anodinas o mezquinas. Hay un fondo de crueldad en los relatos de McCullers que me hace recordar, aunque sea  un poco tangencialmente, a escritores como Faulkner. Pero a diferencia de este, McCullers parece sentir una mayor clemencia por sus personajes y eso nos lo transmite a través de su peculiar narrativa que entremezcla la dureza y la piedad sin excederse con ninguno de los dos ingredientes.

El relato que abre el libro, Sucker, es un excelente ejemplo de esto. Dos primos que mantienen una relación desigual: aunque viven como si fuesen hermanos, el mayor desprecia a su primo pequeño, mientras que este lo admira profundamente. El tema de las relaciones familiares aparecerá en otros cuentos de este libro. Así por ejemplo, en El instante de la hora siguiente, un matrimonio joven discute y ella amenaza a su marido alcohólico con separarse, el lector descubre que no va a ser posible. En Así, una chica nos cuenta la relación con su hermano y su hermana, especialmente con esta última, a quien comienza a ver de un modo diferente cuando se entera de que está saliendo con un chico. En El arte y el señor Mahoney volvemos a asistir a una discusión matrimonial aunque esta vez por un asunto puramente banal. La muerte y el sufrimiento familiar también aparecen en algunos relatos. Es el caso de El transeúnte, en el que un hombre viaja desde París a Nueva York para asistir al funeral de su padre, o el excelente relato El muchacho obsesionado, que nos relata el trauma de un muchacho cuya madre ha intentado suicidarse. La música es el tema de fondo de algunos relatos, al parecer de marcado carácter biográfico, pues Carson McCullers estudió piano en su infancia. Cuentos como Poldi o Wunderkind nos narran la experiencia de una niña que asiste a clases de música con un profesor muy exigente. En Madame Zilensky y el rey de Finlandia, una Universidad invita a una famosa especialista en música para dar unas conferencias. Son más los cuentos que componen esta colección en los que el denominador común creo que sería la mirada de sus personajes, que observan las cosas y hablan de su pasado con una especie de asombro contenido, como si ellos mismos estuviesen perplejos de lo que ha resultado de sus vidas. Parece ser que hay algunos relatos ligeramente biográficos. El propio relato que da título a la compilación, El aliento del cielo, se basa al parecer en una triste experiencia que sufrió la escritora en su juventud, cuando enfermó y su familia la llevó a una habitación del piso de arriba de la casa, en donde se tuvo que mantener separada del resto de su familia por algún tiempo. ¿Quién ha visto el viento, habla de la experiencia de un escritor frustrado que termina fracasando, pese a que con su primera novela obtiene mucho éxito y más tarde obtiene una beca para culminar su segunda novela. McCullers obtuvo una de estas becas y, como hace el protagonista del relato, malgastó el dinero.

Los personajes de McCullers parecen muchas veces atrapados por su propio destino, y en las historias que la autora nos relata subyace casi siempre una crítica social, a veces sutil y a veces explícita pero que tienen la habilidad de conmovernos, pese a su aparente banalidad. Hay una indiscutible carga de humanidad en estas historias y, pese a lo crueles que resultan algunas, la autora no renuncia en su estilo a usar un cierto lirismo que convierte esta serie de relatos en una lectura imprescindible.

El aliento del cielo (Relatos). Carson McMullers. Seix Barral