Persépolis. Marjane Satrapi: la libertad y la dignidad como única opción.

Para quien no haya oído hablar de esta estupenda obra, Persépolis es una historia en forma de cómic. Tanto los textos de la narración como las ilustraciones pertenecen a la novelista gráfica iraní Marjane Satrapi, quien en sus páginas narra su propia vida en clave autobiográfica.

La novela comienza en un año clave para la historia de Irán: 1979, cuando una serie de protestas populares contra el Sha de Persia culminaron en su derrocamiento y la instauración de una república islámica en la que muchos iraníes tenían puestas muchas esperanzas. Entre esos iraníes que anhelaban la llegada de un régimen nuevo, moderno y renovador, estaba la propia familia de Marjane Satrapi, de ideología bastante liberal y quienes pronto pudieron darse cuenta de que el nuevo régimen no era en absoluto la panacea que ellos habían estado esperando.

En 1979, Marjane Satrapi tenía diez años y, dado que la historia está narrada desde un enfoque autobiográfico, resulta bastante llamativo ver cómo el pensamiento de esta niña está marcado, desde tan temprana edad, por un sentimiento irrenunciable de independencia que la aleja de cualquier forma de sectarismo. Todos los cambios sociales y políticos que comienzan a tomar forma en Irán durante aquellos años no hacen que Marjane, que había sido educada por sus padres y por su abuela, pertenecientes a una clase social acomodada, desde una perspectiva de libertad intelectual, más próxima a la cultura occidental que al integrismo, conviertan sus pensamientos en “ocurrencias” bastante molestas dentro del régimen en que se ve abocada a vivir. Con una imaginación desbordante, Marjane nos cuenta las conversaciones interiores que tiene con Dios, al que termina abandonando, pues no concibe que permita que el mundo que ella ama se esté transformando en un lugar odioso para sus convicciones.

Persépolis es un cómic destinado claramente a una lectura adulta que aborda con valentía temas espinosos como lo que conllevaba vivir la terrible guerra entre Irán e Irak durante los años 80, hasta el afloramiento de la sexualidad en la difícil etapa de la adolescencia de la autora, que trataba de rebelarse contra prohibiciones que, tanto ella como su familia, consideran absurdas. Cuando la familia decide que Marjane salga a formarse en el extranjero, más concretamente en Austria, donde tienen amistades iraníes, Marjane lo considera como una liberación. Pero una vez que llega a Europa, Marjane descubrirá que también allí deberá luchar contra toda una serie de prejuicios y estereotipos que en occidente se tienen sobre las personas que provienen de un régimen islamista. El choque cultural al que se ve abocada no la complace plenamente y, aunque hace algunas amistades y dispone de una libertad de la que carecía en Irán, Marjane se siente aprisionada por los prejuicios. Al cabo de algunos años y tras varias decepciones personales, tanto en el plano sentimental como en intelectual, regresará  a Irán donde tratará de reinventarse a sí misma con bastante dificulta, pues se en cuentra en un país todavía más radicalizado de lo que ella lo dejó, en donde se exalta a los mártires de la guerra y en donde el  oscurantismo y el fanatismo religioso imperan por doquier. En Irán comenzará a estudiar en la Facultad de Bellas Artes y allí trabará nuevas amistades que la llevarán incluso a un matrimonio abocado al fracaso desde su inicio. Pero los padres de Marjane la animan constantemente, asegurándole que cada fracaso no es una derrota total, sino que todo eso forma parte de su aprendizaje, de su formación como persona, algo que Marjane no percibirá hasta que alcance un grado de madurez que hará que sus padres y su abuela se sientan orgullosos de ella. No pasará mucho tiempo hasta que Marjane descubra, nuevamente, que Irán no es un lugar apropiado para desarrollar su vida. Como le sucede a otros muchos emigrantes, Marjane se siente una apátrida, tan extranjera en su propia tierra como se sentía cuando estudió en el Liceo de Viena. Finalmente, aconsejada por su propia familia abandonará de nuevo su país natal para instalarse en Francia, en donde se instalará ya de una forma definitiva.

Persépolis está ilustrada en blanco y negro y fue publicada por primera vez en Francia. El libro obtuvo multitud de premios y reconocimientos y se llegó a hacer una versión cinematográfica que obtuvo el Premio del Jurado en Cannes en el año 2007.

Marjane Satrapí nos muestra a lo largo de sus viñetas el contraste entre dos mundos, por un lado el de la radicalidad islamista empeñado en ocultar la feminidad tras unos velos negros y por otro el de un mundo occidental que parece despreciar con recelo cualquier forma de religiosidad. Persépolis es sobre todo una obra en la que no sólo encontramos el testimonio histórico de una época clave en Oriente Medio, sino una historia que nos enseña la importancia de las raíces culturales y de cómo pueden ser llevadas con dignidad, siempre que se haga en libertad y desde la tolerancia y el respeto. De hecho, Persépolis es esencialmente una obra que ensalza la libertad, la tolerancia y la dignidad. Todo un testimonio imprescindible y valiente. Al final de la obra, Marjane Satrapi afirma, a modo de conclusión:

«En tu vida conocerás muchos tontos. Si te hacen daño, recuerda que es porque son estúpidos. No respondas a su crueldad. No hay nada peor que la amargura y la venganza. Muestra tu dignidad y tu integridad».

Persépolis. Marjane Satrapi. Norma Editorial.