Una tumba para Boris Davidovich de Danilo Kis: el infierno de los totalitarismos

Una tumba para Boris Davidovich, de Danilo Kis

Los siete relatos que componen Una tumba para Boris Davidovich, de Danilo Kis, tienen un elemento en común: el totalitarismo que destroza trágicamente la vida de sus personajes, anulándolos por completo. Resulta importante mencionar que Danilo Kis, de origen judío, padeció en primera persona los efectos de regímenes totalitarios de distinto signo político. De esta forma, perdió a varios familiares, entre ellos su padre, en los campos de concentración nazis; asimismo, vivió en Yugoslavia en los tiempos de la represión política stalinista. Los efectos de esta última represión los explica Joseph Brodski en el prólogo del libro: la publicación de Una tumba para Boris Davidovich en 1976 causó una gran conmoción en la clase política e intelectual de su país. Apenas salió a la luz, el régimen oficialista se apresuró a condenarla, acusándola de plagiar a autores tan variopintos y diferentes como Joyce o Borges. Sin posibilidad de defenderse, desesperado por las injustas y falsas acusaciones, Danio Kis se exilió a Francia.

El tema principal de Una tumba para Boris Davidovich es el totalitarismo. Los personajes de los relatos son, en la mayoría de los casos, simples marionetas que son utilizadas por un régimen hasta que dejan de ser útiles, momento en el cual son traicionadas por el régimen al que habían permanecido leales para pasar a convertirse en personas repudiadas cuyo destino es el de ser sistemáticamente anuladas con mecanismos tan despiadados como la prisión incomunicada y la tortura.

Una tumba para Boris Davidovich se subtitula con una ironía soterrada “Siete capítulos de una misma historia”. Y en cierto modo, es así: el lector se encontrará con siete personajes principales de épocas y países muy diferentes, pero cada uno de los siete relatos viene a incidir en una historia con un denominador común: el infierno de los totalitarismos.

Los relatos que componen este libro son los siguientes:

La navaja con la empuñadura de palo rosa. En este relato se narran las peleas entre las distintas facciones revolucionarias para las que el fin justifica los medios y el asesinato o la tortura se ponen al servicio de una ideología.

La marrana que devora su camada. Narra la historia de un joven e ingenuo irlandés que participa como voluntario en la Guerra Civil española, pensando que con su servicio ayudará a una causa que terminará por decepcionarle cuando vea que los dos bandos se entregan a la misma violencia y la misma crueldad a través de la tortura y la delación.

Los leones mecánicos. Narra la historia de un político francés que viaja a la URSS en busca de un supuesto paraíso comunista. Los políticos soviéticos que lo reciben tratan de falsificar los escenarios que le muestran al francés para hacerle creer que la propaganda idílica que lo ha llevado a viajar hasta allí es cierta. De esta forma, transforman una fábrica de cerveza en catedral y le hacen creer que uno de sus secuaces es un pope que incluso finge dar una misa. Toda esa pantomima se va desmoronando transformando la impostura en un teatro patético e irrisorio.

El mágico circular de los naipes. Se trata de un relato sobre la vida en un gulag.

Una tumba para Boris Davidovich. Posiblemente, el relato más intenso de todo el libro. Se narra la vida de un revolucionario conspirador que acaba en las manos de aquellas personas a las que ha servido, es una brutal crítica al régimen estalinista y sus purgas. El protagonista es encarcelado y sometido a brutales torturas, y aunque resiste tercamente, su torturador, una persona de una inteligencia perversa, comprende que si no puede minar su voluntad maltratando a su cuerpo, debe hacerlo aniquilando su mente y su voluntad usando mecanismos tan retorcidos como siniestros. Un relato impresionante.

Los perros y los libros. En este relato se traslada el escenario del fanatismo a una época muy anterior. La historia cuenta las persecuciones de los judíos por parte de los cristianos, sus intentos por doblegarlos para lograr conversiones a la fuerza, tras haberlos despojado de todos sus bienes y su dignidad.

Una breve biografía de A. A. Darmolatov (1892-1968). Nos narra la vida poco ejemplar y con cierto patetismo de un poeta que trabaja para el régimen oficial.

En suma, Danilo Kis nos dibuja a una serie de personajes se revela magistral en todo el libro. Los personajes que acaban siendo traicionados por aquellos en quienes confiaron y a quienes sirvieron. Sin duda alguna, subyace una crítica feroz a los regímenes comunistas dictatoriales, pero también, por extensión, a cualquier forma de totalitarismo en la que el uso de la fuerza, la tortura y la aniquilación de la persona forma parte de los medios de un régimen que trata de aplicar a toda costa su ideario. Los escenarios elegidos para las historias son muy diversos, aunque cabe reseñar que ni uno solo de los relatos se desarrolla en Yugoslavia, pese a lo cual Danilo Kis sufrió unas críticas implacablemente crueles por parte de sus propios compatriotas.

En los relatos de Una tumba para Boris Davidovich asistimos a la perversión de unos burócratas para los que la tortura es un medio justificado y necesario para arrancar la verdad que ellos necesitan o desean escuchar. No importa que la tortura no sirva para arrancar la verdad, lo importante es que el torturado acabe validando sus tesis, a costa de una estremecedora crueldad a la que los verdugos se aplican de forma implacable. La firma de un testimonio, sea falso o no, es el objetivo. No importa que la confesión sea falsa, lo que verdaderamente importa es el acto de claudicación, la posibilidad certera de que la voluntad de un hombre va a terminar por doblegarse en pos de un totalitarismo terrorífico y salvaje.

Danilo Kis relata con absoluta frialdad escenas espeluznantes en las que subyace un fondo de compasión por parte del autor, aunque no lo deja traspasar de una forma evidente, lo que genera una sensación de desasosiego continua mientras el lector se sumerge en cada una de estas historias. Una tumba para Boris Davidovich es, sin lugar a dudas, un libro valiente y necesario que denuncia sin ambages el totalitarismo. Un libro que, por cierto, Harold Bloom incluyó en su famoso Canon Occidental.

Una tumba para Boris Davidovich. Danilo Kis. Acantilado

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Acerca de Jaime Molina

Licenciado en Informática por la Universidad de Granada. Autor de las novelas cortas El pianista acompañante (2009, premio Rei en Jaume) y El fantasma de John Wayne (2011, premio Castillo- Puche) y las novelas Lejos del cielo (2011, premio Blasco Ibáñez), Una casa respetable (2013, premio Juan Valera), La Fundación 2.1 (2014), Días para morir en el paraíso (2016) y Camino sin señalizar (2022).

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