Canon de la narrativa universal del siglo XX

La mujer justa. Sándor Márai: La imposibilidad del amor

La mayoría de las personas no puede dar ni recibir amor porque es cobarde y orgullosa, porque tiene miedo al fracaso. Le da vergüenza entregarse a otra persona y más aún rendirse a ella porque teme que descubra su secreto… el triste secreto de cada ser humano: que necesita mucha ternura, que no puede vivir sin afecto. Entonces la vida …

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Viaje al fin de la noche, Louis Ferdinand Céline: la huida hacia el desencanto

Pocos clásicos de la literatura del siglo XX encierran una historia tan trágica y explosiva como Viaje al fin de la noche. La ópera prima de Louis-Ferdinand Céline fue una novela capaz de cambiar las reglas de la escritura en todo el mundo, y de contaminar la mente de decenas de escritores, que encontraron en esta novela un libro de …

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El hombre sin atributos. Robert Musil: El escritor no complaciente

Reseñar en pocas palabras una novela como El hombre sin atributos (1942) no es tarea fácil. En primer lugar, por su inusitada extensión (unas 1.600 páginas); en segundo lugar, porque no solo está inconclusa, sino que difícilmente puede adivinarse hacia dónde se dirigía la novela cuando Robert Musil (1880-1942) murió; y en tercer lugar, porque no es una novela convencional. …

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Abel Sánchez. Miguel de Unamuno

Las cosas esenciales para la felicidad humana son sencillas, tan sencillas que las personas complicadas no pueden sospechar qué es lo que realmente les falta a ellas. No me atrevería a afirmar que Miguel de Unamuno (1864-1936) fuera una persona infeliz, pero sí que se complicó la vida todo lo que pudo. Sin duda conoció las grandes pasiones, que es …

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Upton Sinclair y La jungla.

Leyendo La jungla (1906) me he acordado del excelente título de una crítica que Mario Vargas Llosa hizo a un libro de John Steinbeck: «Elogio de la mala novela». Es la frase exacta para definir La jungla: como novela, es decir, como libro basado en la ficción, es bastante deficiente, cuando no (en ocasiones) rematadamente mala y panfletaria, pero es …

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Kipps. H. G. Wells

La extensa obra narrativa de H. G. Wells (1899-1946) fue el fiel reflejo de su época y de su evolución como intelectual. Seducido en un principio por la ciencia, escribió las que sin duda son sus novelas más célebres, los «romances científicos» como se llamaron en su momento. Una vez reconocido como escritor, y movido por la pujanza de otros …

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Azar. Joseph Conrad

Al lector exigente de novelas no solo le importa lo que el escritor cuenta, sino también cómo lo cuenta. Son innumerables los casos de buenas historias malogradas por un tratamiento erróneo o plano de la materia narrativa. A los mejores escritores se les reconoce por el adecuado uso que hacen de los recursos literarios, de manera que lo narrado y …

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Gog. Giovanni Papini: La insólita humanidad

Hay escritores que encuentran en la literatura el vehículo idóneo para expresar su particular ingenio, del que están especialmente dotados. Basta recordar los insignes ejemplos de Oscar Wilde o Chesterton, en los que tal vez no encontramos nunca el auténtico brillo de la inteligencia en sus tramas a veces superficiales, pero que sin duda llaman la atención del lector preparado …

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Joseph Conrad: Nostromo.

La sabiduría popular de todas las naciones prueba que la doblez y la astucia, junto con la fuerza física, han sido consideradas como virtudes heroicas por la humanidad primitiva. Pero el empleo de la inteligencia ha despertado casi siempre escasa admiración y poco respeto. Esto al menos pensaba el escritor Joseph Conrad (1857-1924), hombre escéptico y pesimista, uno de los …

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Santuario. Edith Wharton

La hermosa envoltura de la vida puede ocultar en realidad un laberinto formado por una extensa red de alcantarillado moral. En cada casa, en cada familia respetable, se toman las necesarias medidas higiénicas para que esos inevitables trapos sucios que tan molestamente aparecen, sean debidamente lavados y expulsados sin dejar mácula. De trapos sucios familiares versa Santuario (1903), una excelente …

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