Las 500 mejores novelas del siglo XX. Década 1951-1960

Para los lectores interesados en la buena literatura y que requieran de una guía de lectura fiable y contrastada, les ofrecemos esta lista de las que, a nuestro juicio, consideramos las 500 mejores novelas del siglo XX. Abarca cada uno de los cien años del siglo y pertenecen a 66 países de los cinco continentes. Muchas de estas novelas escapan de las convencionales recomendaciones al uso, recuperando autores ahora olvidados o pocos conocidos, siguiendo un escrupuloso criterio de selección que explicamos en este artículo.

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1951

Molloy. Samuel Beckett. Irlanda

Formada por dos monólogos interiores, que corresponden a los dos personajes principales de la obra, un vagabundo llamado Molloy y un detective privado, Moran, que tiene el encargo de encontrar a Molloy, la novela es una sucesión de pensamientos y hechos que derivan en el absurdo hasta el punto de no llegar, en un momento dado, a diferenciarse entre uno y otro personaje. La casi inexistente trama gira en torno a la decrepitud, el abandono, el sufrimiento y el paso inexorable del tiempo, los personajes envejecen prematuramente y su vida deviene en el caos. Una obra que ahonda en la visión trágica del mundo contemporáneo a través de imágenes en las que lo grotesco sirve para potenciar al máximo el patetismo y desolación de la vida humana.     

La colmena. Camilo José Cela. España  

Retrato crudo de la realidad diaria en la postguerra española. Decenas de personajes deambulan por sus páginas en una ciudad, Madrid, carcomida por la miseria y la corrupción. A través de varios protagonistas, la obra recalca una y otra vez en la lucha por la supervivencia, por no morir de hambre, por conseguir algunas medicinas básicas, por mantener una dignidad casi imposible. Aunque mantiene cierta similitud con la técnica aplicada por John Dos Passos en Manhattan Transfer y con la novela Berlin Alexanderplatz (la ciudad es la verdadera protagonista), sin embargo Cela se aleja de la objetividad de estas obras para sentir una gran compasión por sus personajes, como si la mirada del autor pudiera atenuar la desesperada realidad de sus personajes.

Memorias de Adriano. Marguerite Yourcenar. Francia

La novela narra la vida y la muerte del emperador Adriano y está escrita en forma de epístolas que el propio Adriano escribe a su primo y sucesor Marco Aurelio. En sus cartas el emperador hace memoria de sus triunfos, sus éxitos militares y políticos y reflexiona acerca del arte y del amor. Se engloba por tanto dentro de un subgénero dentro de la novela histórica conocido como “falsas memorias”. Al margen de que el retrato psicológico de Adriano sea en mayor o menor medida invención de la propia autora, la minuciosidad y precisión con que realiza dicho retrato, las reflexiones sobre la vida, la belleza, el arte o la muerte, y el buen hacer con que está escrita convierten a la obra en una de las novelas históricas imprescindibles para los amantes del género. 

La hija del tiempo. Josephine Tey. Gran Bretaña

Las largas horas de convalecencia en la cama de un hospital pueden llegar a ser mortales para una mente despierta como la de Alan Grant, inspector de Scotland Yard. Pero sus días de tedio acaban cuando alguien le propone un interesante tema sobre el que meditar: ¿podría adivinarse el carácter de alguien solo por su aspecto? Grant se basará en un retrato de Ricardo III para demostrar que ello es posible: el monarca más despiadado de la historia del Reino Unido podría haber sido, según Grant, inocente de todo crimen. Aquí comienza una investigación llena de conjeturas acerca de la persona y el reinado de Ricardo III, un controvertido pasaje de la historia británica que, tras haber leído esta novela, indudablemente será visto con otros ojos. Esta ahora olvidada novela ha sido considerada la mejor novela policíaca de todos los tiempos por la Crime Writers’ Association, una asociación de escritores que tiene su sede en el Reino Unido, y la Mystery Writers of America (MWA). (Leer más: ¿Por qué es una de las novelas recomendadas del siglo XX?)

El mar de las Sirtes. Julien Gracq. Francia

Esta obra es una parábola de lo absurdo de nuestro mundo: dos naciones imaginarias, Orsenna y Farghestán, enfrentadas desde hace tres siglos en un conflicto cuyos motivos han olvidado, ven cómo sus habitantes renuevan sus ansias de violencia en la espera de un enemigo terrible que no acaba de llegar. Enmarcada en un mundo irreal, onírico, se trata de una fábula alegórica que desenmascara los resortes ocultos que acechan detrás de la gigantesca maquinaria del poder estatal. Con una gran inteligencia narrativa, el autor hilvana un texto de atmósfera misteriosa y desasosegante que rinde al lector ante el poder de evocación de sus palabras.

El fin del romance. Graham Greene. Gran Bretaña    

Maurice se topa en el Londres de la posguerra, aún humeante, con el diplomático Henry Miles, casado con Sarah, con quien Maurice mantuvo una relación casi dos años antes. Henry le confía que sospecha que Sarah le es infiel. Maurice contrata por su cuenta a un detective para averiguar quién le ha suplantado en una posición a la que él nunca renunció. Así comienza esta novela cuya trama supuso un tour de forcé para Graham Greene, puesto que incluye en ella un “milagro” de cuya verosimilitud sale indemne el escritor inglés gracias a una estructura narrativa, con continuos pasos del presente al pasado, que consigue atraer cada vez más al lector. Una novela sobre los límites de la pasión amorosa cuando se mezcla con las creencias religiosas.

Palomas en la hierba. Wolfgang Koeppen. Alemania

Esta obra relata las peripecias de unos personajes que transitan por el Berlín de 1950, cuando el burdel, la casa de empeños y el mercado negro constituían la única posibilidad de supervivencia de una generación destrozada por la guerra. El autor no se muestra indulgente con sus compatriotas. La nostalgia del régimen nazi surge evocando la responsabilidad histórica y moral de una comunidad identificada con un proyecto de supremacía que incluía el exterminio de los “pueblos inferiores”. El protagonismo del relato descansa en una serie de vidas rotas, sacudidas por la crisis moral e intelectual. Novela extraordinaria, que imanta la atención de lector desde el principio, es un estudio del fracaso y del éxito, del amor y de los prejuicios, de la desesperación erótica en un mundo de miseria.

El conformista. Alberto Moravia. Italia     

El conformista es, en apariencia, el retrato de un personaje de la Italia de Mussolini y de la sociedad en la que lucha por integrarse. Pero bajo este trasfondo histórico subyace una idea más ambiciosa: intentar explicar un comportamiento moral característico de nuestro tiempo, el conformismo, un deseo de confundirse en la masa y no destacar aun a costa de perder la libertad individual. Para ello Moravia imaginó a un gris funcionario fascista, en cuya infancia fue víctima de un pederasta. Con el poder que le otorga su puesto, planea y ejecuta como un autómata una venganza contra su antiguo profesor, si bien cumple su función entre zozobras de la carne, en la que no falta otro acosador que con su esposa intenta un juego amoroso. (Leer más: ¿Por qué es una de las novelas recomendadas del siglo XX?)

El guardián entre el centeno. J.D. Salinger. EE.UU. 

La gran novela sobre la adolescencia del siglo XX y, acaso, de la historia. Desde que se publicara, millones de jóvenes se han identificado con Holden Caulfield. Al revés de lo que se piensa, no es una novela de iniciación sino la novela de iniciación por excelencia. Leída después la angustia existencial y las dudas y atrevimientos propios de la adolescencia no pierde su interés. Sin embargo pasa de ser una experiencia vital a una experiencia literaria. Salinger es muy hábil transmitiendo lo que se cuece en el cerebro de un chaval de dieciséis años perdido en su tránsito hacia la madurez. La historia de Holden no deja de ser la de un adolescente cualquiera, pero idealizado por un adulto. Contiene la suficiente capacidad de sugestión para hacer creer a los chicos y chicas que pueden ser como el protagonista y, a la vez, a hacer pensar al adulto lector en la adolescencia que pudo tener y no tuvo.

1952

Viaje al fin de la noche. Louis Ferdinand Celine. Francia 

Viaje al fin de la noche es una novela sin precedentes. Es una historia semiautobiográfica en la que se cuenta cómo Ferdinand Bardamu (un trasunto del propio Louis-Ferdinand Céline) se alista en el ejército francés cuando estalla la Primera Guerra Mundial. Horrorizado por lo que había visto en el campo de batalla, decide huir a las colonias francesas en África y, de ahí, a Nueva York, hasta que vuelve a su amado París para ejercer la medicina en una banlieue. La historia es una suma de fracasos experimentados por el protagonista. Un individuo que no termina de acomodarse en una sociedad demasiado hipócrita y arbitraria, excesivamente comercial y cruel para su carácter. Se trata, en definitiva, de un análisis pormenorizado de todas las miserias y decepciones humanas. Es una narración en la que se respira odio, amor frustrado, desilusión, ira y venganza. Una fuerza de voz inaudita en la que se desgarra la existencia y se ponen al descubierto las mentiras y los engaños de la sociedad. (Leer más: ¿Por qué es una de las novelas recomendadas del siglo XX?)

El juez y su verdugo. Friedrich Dürrenmatt. Suiza

Un agente de policía aparece asesinado en su coche en el arcén de una perdida carretera suiza. Muy escasos son al principio, los indicios de los que puede disponer el lector sobre este asunto criminal. Tampoco el comisario Bärlach, paladín contemporáneo de antiguos valores que no vacila en emplear medios ilícitos para que triunfe lo que él considera el Bien, sabe con precisión qué ocurre, y su apatía es sin duda tan inexplicable como su obstinación. No obstante, sabe adónde va y tiene su propia idea de justicia y de cómo administrarla. Los hechos, que se desarrollan prácticamente según la irresistible tentación del comisario de ajustarlos a su propia concepción de la Verdad, irán conduciéndonos hacia un desenlace inesperadamente cruel. Magnífica novela cuajada entre la ironía, el desdén y una energía oculta que va saliendo a flote, tanto en los personajes como en la narrativa del autor. (Leer más: ¿Por qué es una de las novelas recomendadas del siglo XX?)

El hombre invisible. Ralph Ellison. EE.UU.

Ralph Ellison es el más poderoso autor de raza negra que ha dado la literatura estadounidense, y El hombre invisible es una de las novelas cumbre de la literatura del siglo XX, precursora de lo que años después fueron los grandes movimientos en defensa de los derechos civiles de los negros. La obra trata sobre un joven de color, idealista y anónimo, que se desilusiona ante las humillaciones que sufre a los largo de su vida. En ella, Ellison argumentaba que los negros en EE UU eran invisibles porque todo el mundo los veía como estereotipos. El libro es una exploración hasta la nausea de la propia identidad y la lucha por defender lo que nos hace humanos. (Leer más: ¿Por qué es una de las novelas recomendadas del siglo XX?)

El viejo y el mar. Ernest Hemingway. EE.UU.

Emotivo relato cargado de simbolismo, en el que Hemingway trata temas como la soledad, la vejez, la sensación de cercanía a la muerte, el cariño o la nostalgia. Aunque sobre todos ellos destaca la eterna lucha del hombre contra las adversidades, la dureza de la vida, el poder de la voluntad, la importancia de la dignidad humana, la necesidad de superación personal. Santiago, el viejo pescador del título, es un hombre solitario que durante 84 días sale a pescar junto a un niño, al que retiran sus padres para enrolarlo en un barco, un oficio más productivo. Pero el viejo no se rinde ante ninguna circunstancia. El éxito de esta novela está en la simplicidad del relato en contraste con la profundidad de los sentimientos expuestos, que llegan directos al corazón del lector.

Sangre sabia. Flannery O’Connor. EE.UU.

La novela cuenta la historia de Hazel Motes quien, tras servir en el ejército, regresa al evangélico y profundo sur de los Estados Unidos. Allí empieza a librar una guerra privada contra la religiosidad de la comunidad y, en particular, contra Asa Hawkes, el predicador y su degenerada hija quinceañera. Presa de la desesperación, Hazel encuentra su propia religión, La Iglesia sin Cristo. Extraña combinación del subgénero gótico, la profecía mistérica y el mensaje del Evangelio católico, esta obra muestra el punto de fanatismo que se puede alcanzar en las sectas religiosas y los desequilibrios en los predicadores, situados por sus seguidores en una figura similar a Dios. Novela lúcida y tormentosa, radical y sobrecogedora.

Al este del Edén. John Steinbeck. EE.UU. 

El mito de Caín y Abel como nunca se ha desarrollado en una novela. Novela cuajada de personajes secundarios, da el protagonismo a dos hermanos en dos generaciones. En la primera, los dos hermanos, hijos de un impostor, rivalizan por el amor de su padre. En la segunda, los hermanos mellizos son, sin embargo, un contraste de personalidades: uno de ellos es angelical, con un punto de pureza. Todo el mundo lo ama sin apenas hacer nada; el otro mellizo es un joven atormentado, consciente de la maldad que lleva dentro pero que necesita ser amado. A pesar de mover tantos personajes, Steinbeck tuvo la habilidad de caracterizarlos a todos y, creando una telaraña de intereses, sentimientos y pequeñas o grandes corrupciones morales, logra una novela redonda sobre la complejidad de las relaciones humanas.

1953

Las aventuras de Augie March. Saul Bellow. EE.UU.  

La historia de Augie March, un pícaro de carácter débil que se mueve entre los desheredados de la América post depresión, es la búsqueda del significado de la vida, algo indudablemente situado entre las circunstancias que determinan la personalidad y el deseo de reencontrar el yo esencial. Con un estilo narrativo a medio camino entre el naturalismo y el existencialismo, entre el determinismo y la aceptación del destino, en el Chicago de los años treinta y cuarenta del pasado siglo como telón de fondo.

Fahrenheit 451. Ray Bradbury. EE.UU. 

Guy Montag es un bombero en un futuro en que, en vez de apagar incendios, los bomberos tienen la misión de quemar libros y perseguir aquellos que los leen. Este es el punto de partida de esta obra, una de las distopías más célebres jamás escritas sobre una sociedad gris y sometida por la estupidez humana y el cinismo de los gobernantes. Una fábula que aborda temas como el poder represor, la censura y la importancia de la literatura y la fuerza de la palabra como elemento vertebrador del pensamiento y la responsabilidad social de la manipulación.

Las gomas. Alain Robbe-Grillet. Francia

Prisionero en un laberinto de falsas significaciones, el detective Wallas se debate con distintas versiones e interpretaciones de un crimen, en un juego sutil, equívoco y cruel. Las gomas es una doble investigación, sobre el crimen y sobre el sospechoso detective, en un universo asfixiante, detrás de una cierta verdad inconfesable. Wallas se verá burlado por una trampa circular, «culpable» por haber intentado buscar un sentido a las cosas. Libro obsesivo y obsesionante, de lectura hipnótica, estuvo en el origen, con particular desenvoltura, de una manera distinta de narrar: el nouveau roman.

1954

La suerte de Jim. Kingsley Amis. Gran Bretaña    

Jim Dixon se encuentra en una situación delicada. No sabe si va a poder conservar su puesto de profesor de Historia Medieval en la universidad, ya que para ello tendría que publicar un artículo que le granjeara la admiración de la academia. Y no solo eso: también ha de mantener una buena relación con el jefe de su departamento, un hombre pedante y despistado que probablemente no olvide con facilidad que Jim proviene de una familia de clase media baja y que las altas esferas académicas no son precisamente su fuerte. Y todo esto mientras intenta conquistar a Margaret, una de sus compañeras de trabajo, que se está recuperando de un intento de suicidio a causa de la ruptura con su exnovio. ¿Le acompañará a Jim la suerte para conseguir sus propósitos? Sátira de la vida universitaria británica que, aderezada con una deliciosa y mordiente misantropía, constituye una de las obras más inolvidables de la literatura cómica británica. (Leer más: ¿Por qué es una de las novelas recomendadas del siglo XX?)

Casa sin amo. Heinrich Böll. Alemania

En el contexto de los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial en Alemania, esta obra describe la historia de dos familias “sin padre”, ya que uno de los grandes problemas de Alemania a partir de 1945 fue la ausencia de hombres, muertos en la guerra. Se trata de una feroz crítica del milagro alemán, en el que convivió un rechazo tibio a las atrocidades de los nazis con el oportunismo político y la dejadez por parte del gobierno alemán de esos millones de viudas que quedaron desamparadas mientras que el país iba desarrollándose económicamente a expensas de quienes más sufrieron en la guerra.   

No soy Stiller. Max Frisch. Suiza     

Cuenta la historia de un hombre que responde al nombre de Michael White y no al del que las autoridades suizas creen que es: Anatol Stiller, un mediocre escultor que desapareció años atrás. La policía de Zúrich no tiene duda al respecto y le procesa mientras él sostiene contra viento y marea que no es Stiller. Su abogado defensor le sugiere que escriba en unos cuadernos la verdad acerca de su vida. La novela consta de siete cuadernos, que transcurren en el tiempo de detención y procesamiento, y un epílogo del fiscal. Frisch utiliza a su detestada Suiza como paradigma de esa fachada de serenidad social y cívica que no es sino otra forma de alienación colectiva. (Leer más: ¿Por qué es una de las novelas recomendadas del siglo XX?)

El señor de las moscas. William Golding. Gran Bretaña

Un avión en el que viaja un grupo de adolescentes se estrella en una isla desierta, los adultos que los acompañan mueren y ellos se quedan solos en la isla. Golding nos invita en esta novela  a presenciar una historia de involución, de revolución caótica, de evolución inversa o simplemente de evolución hacia lo salvaje, con una verosimilitud escalofriante. Novela sumamente pesimista, descubrimos en ella cómo la inocencia infantil puede morir de forma abrupta al evolucionar en un proceso en el que, en muy poco tiempo, la cruda realidad les obliga a crecer deprisa y lo hacen del único modo que conocen, el que les marcan sus propios instintos; comienzan a tender a lo salvaje, a lo primario.

Viernes negro. David Goodis. EE.UU. 

La suerte ha dado la espalda a Hart y parece que no puede hacer nada para remediarlo. Es buscado por la policía, deambula como un vagabundo por las heladas calles de la gran ciudad y no tiene a nadie a quien acudir. Así que cuando se cruza en su camino un grupo de ladrones profesionales, formado por tres hombres y dos mujeres que se dedican a desvalijar mansiones, une su destino al de ellos con la esperanza de mejorar su fortuna, convencido de que no tiene nada que perder. Pero con el tiempo comprobará que está equivocado. Con el aire de fatalismo típico de las novelas de Goodis, esta obra es una invitación a viajar por los bajos fondos de las grandes ciudades. (Leer más: ¿Por qué es una de las novelas recomendadas del siglo XX?)

El mensajero. L. P. Hartley, L. P.  Gran Bretaña

La obra evoca la iniciación traumática de un muchacho en el mundo pasional, decepcionante e hipócrita de los adultos. A sus sesenta años un hombre rememora por primera vez, después de transcurridos cincuenta, su niñez y recuerda los hechos que tuvieron lugar en su visita estival a la comarca de Norfolk el primer año del siglo XX. Es la historia de la pérdida de la inocencia, una pérdida tan demoledora y profunda que genera una perdurable falta de confianza en la vida. Escrita con una gran sensibilidad, esta tierna novela es uno de los más tiernos y originales acercamientos a la pubertad que se han escrito. (Leer más: ¿Por qué es una de las novelas recomendadas del siglo XX?)         

Muerte en Roma. Wolfgang Koeppen. Alemania

Tras la Segunda Guerra Mundial, una familia se encuentra en Roma por diferentes motivos. Uno de los hijos va a estrenar una sinfonía de música clásica, una obra que dirigirá un reconocido director, cuya esposa, judía, perdió a su padre en los campos de exterminio. La familia no es ajena a este drama. Su padre, que hizo carrera política con los nazis y que ahora ocupa una alcaldía de la República Federal, se inhibió ante las deportaciones y su cuñado, Judejahn, participó en ellas como general de las SS. Acusado de crímenes contra la humanidad, vive en Roma bajo una falsa identidad, ignorando que su hijo Adolf, antiguo miembro de las Juventudes Hitlerianas, ha repudiado su pasado. Una novela sobre la Muerte con mayúsculas y sus depravados efectos en una sociedad a expensas de personas sin escrúpulos.        

Bajo la red. Iris Murdoch. Irlanda 

Un escritor y traductor que deambula por un Londres inabarcable intentando compensar de algún modo los errores del pasado, tras regresar de un viaje a Francia, ve dar un vuelco en su vida: su novia, que se ha enamorado de un corredor de apuestas, le pide que se vaya de casa. Desesperado, se ve obligado a recurrir a su ex novia y a un antiguo amigo quien en el pasado le inspiró un libro sobre la inutilidad del lenguaje. Así emprenderá su particular descenso a los infiernos, vagabundeando por el Londres más bohemio entre filósofos, sindicalistas borrachos y perros prodigio, en busca de un lugar en el que asentarse. Primera obra de Iris Murdoch, se adentra con un afilado humor en el laberinto emocional de un hombre descolocado en su sociedad. (Leer más: ¿Por qué es una de las novelas recomendadas del siglo XX?)

Café Julien. Dawn Powell. EE.UU. 

Una irónica novela que refleja la colmena de la sociedad neoyorquina de posguerra. Su autora, que perteneció por edad a la generación de grandes escritores como Hemingway o William Faulkner, fue ignorada en su momento. El tema de esta gran novela es la vida del provinciano en Nueva York, llegado del Medio Oeste, que se ha aclimatado a la ciudad y se ha instalado de forma permanente en ella, sin por eso perder jamás ese sentimiento de fascinación que despierta una sociedad ajena y anárquica. Enmarcada en una historia de amor, sin embargo pone a la misma altura de estupidez a mujeres y hombres, en un retrato naturalista de su época que no gustó a la crítica pero que el tiempo ha puesto en su sitio como una obra maestra de la observación de la realidad humana.  

Historia de O. Pauline Réage. Francia

Historia de O fue la novela que cambió la concepción de la literatura erótica. Hasta el momento de su publicación, en 1954, el erotismo, salvo contadas excepciones, se hallaba encorsetado en un subgénero bastante rígido para deleite exclusivo de los hombres, en el que se valoraba más lo explícito de las escenas sexuales que las motivaciones de los protagonistas; en otras palabras: era un catálogo de perversiones para todos los gustos lúbricos que dejaba poco margen para la imaginación y ninguno para ser trasladado a la vida real. Escrita por una mujer, la novela narra la vida de una joven que se embarca en una aventura sadomasoquista de manos de su amante que la usa para convertirla en una sumisa esclava. En un castillo será entregada a cuantos hombres quieran disponer de ella de cualquier forma y en cualquier momento. Posteriormente será entregada a un amigo del novio para que haga con ella lo que quiera. Esta obra es la gran novela sobre el sadomasoquismo y actual referente del BDSM, que despertó un gran interés por tratar el tema del sexo desde unas prácticas hasta entonces solo conocidas por los delirantes libros del Marqués de Sade. (Leer más: ¿Por qué es una de las novelas recomendadas del siglo XX?)

Buenos días, tristeza. François Sagan. Francia

En una mansión a orillas del Mediterráneo, una joven de diecisiete años, y su padre, viudo y cuarentón, pero alegre, frívolo y seductor como nadie, amante de las relaciones amorosas breves y sin consecuencias, viven felices, despreocupados, entregados a la vida fácil y placentera. No necesitan a nadie más, se bastan a sí mismos en una ociosa y disipada independencia basada en la complicidad y el respeto mutuo. Un día, la visita de Anne, una mujer inteligente, culta y serena, viene a perturbar aquel delicioso desorden. A la sombra del pinar que rodea la casa, un juego cruel se prepara. Una amenaza se cierne sobre la extraña pero armónica relación de Cécile con su padre. Escrita por su autora cuando contaba con 19 años, es la historia de una lucha: la de la joven contra esa mujer con el perverso maquiavelismo de la juventud, una lucha implacable que, a pesar suyo, erosionará su vida y la conducirá lentamente al encuentro de la tristeza.

1955

Rosaura a la diez. Marco Denevi. Argentina

Obra con apariencia de novela negra, la historia se desarrolla en una humilde pensión de Buenos Aires, regentada por una viuda junto a sus tres hijas. A la pensión llega un día un restaurador de arte, tímido y de débil carácter, que con el tiempo es aceptado por la dueña como uno más de la familia. La pensión es un lugar limpio y decente como sacado de una novela del siglo XIX. El ambiente y la opaca personalidad de los huéspedes crean un tiempo muerto que se rompe un día cuando el cartero lleva un sobre rosa, con letra de mujer y olor a violetas, a nombre del inofensivo restaurador. La lectura furtiva de las cartas por parte de la viuda lleva a una trama con asesinato incluido del que solo sabremos a través del insufrible relato de los hechos que hace la viuda, lleno de digresiones sentimentales y chascarrillos de todo tipo, únicas pistas que nos llevarán al descubrimiento del criminal. Novela irónica y divertida sobre las miserias del ser humano, es un ejemplo de la narrativa no fiable que depende absolutamente del punto de vista. (Leer más: ¿Por qué es una de las novelas recomendadas del siglo XX?)

Los reconocimientos. William Gaddis. EE.UU.

El protagonista de la novela es un pintor que aún cree en el sentido del arte en un siglo en el que éste parece estar siendo desplazado, eclipsado, vaciado; pero paradójicamente es incapaz de crear nada nuevo u original. Su habilidad reside en copiar minuciosamente a los maestros flamencos, y a ese gesto interminable y reiterado, el de construir una realidad desde el préstamo, entrega su existencia: la suya es la tragedia de quien no encuentra más salida que la restauración de un clasicismo que ya no cree posible. Novela monumental, indaga en la crisis del arte como dominio privilegiado para representar la vida, la tensión entre lo auténtico y lo reproducible, y el imperio omnímodo de los farsantes y lo mercantil.

El americano tranquilo. Graham Greene. Gran Bretaña    

Indochina, primeros años de la década de los 50. Un periodista británico, agente de los servicios secretos norteamericanos, un hombre maduro y una muchacha annamita constituyen los vértices de una compleja relación triangular en la que cada personaje, representativo de concepciones culturales antagónicas, es guiado por motivaciones que, mal entendidas o incomprensible para los demás, terminan por producir comportamientos no deseados. Interfiriendo esas vidas y condicionándolas de modo decisivo, el clima político y social de Indochina, la lucha del Vietminh por la independencia, el combate en retirada del ejército francés, los primeros movimientos del Gobierno estadounidense para ocupar la posición hegemónica que dejaría vacante la antigua potencia colonial, salta en ocasiones al primer plano de la narración: los atentados en las calles de Saigón y Hanoi, la batalla de Fat Diem, el bombardeo de las aldeas norteñas, las emboscadas en los arrozales del delta del Mekong son plasmados en escenas de impresionante patetismo y veracidad. (Leer más: ¿Por qué es una de las mejores novelas del siglo XX?)

Lolita. Vladimir Nabokov. Rusia

La historia de la obsesión de Humbert Humbert, un profesor cuarentón, por la doceañera Lolita es una extraordinaria novela de amor en la que intervienen dos componentes explosivos: la atracción «perversa» por las nínfulas y el incesto. Un itinerario a través de la locura y la muerte, que desemboca en una estilizadísima violencia, narrado, a la vez con autoironía y lirismo desenfrenado, por el propio Humbert Humbert. Lolita es también un retrato ácido y visionario de los Estados Unidos, de los horrores suburbanos y de la cultura del plástico y del motel. En resumen, una exhibición deslumbrante de talento.

Lo más tarde en noviembre. Hans Erich Nossack. Alemania

Una mujer rica, casada y madre de familia, relata cómo un día, en el cóctel donde se hace entrega de un premio literario —instituido por su propio marido, un acaudalado industrial— conoce al escritor Berthold Moncken, hombre petulante y vanidoso por quien sin embargo ella se siente atraída en forma inexplicable y, de repente, bajo el influjo de ese amor, decide abandonarlo todo y marcharse. Casada sin amor, ni siquiera su hijo alcanza a llenar el vacío y la frustración de su vida frívola, despreocupada y burguesa. Sin embargo, junto al escritor, que vive imbuido en su obra, tampoco alcanza la felicidad y lo abandona para volver a su antigua vida. Novela fundamentalmente psicológica, todo el acontecer interior de la protagonista se pone de manifiesto en gestos, actitudes, diálogos y largas reflexiones sobre el amor, la felicidad, la vida cotidiana y la sociedad que le rodea.              

Una danza para la música del tiempo. Anthony Powell. Gran Bretaña    

Monumental fresco literario con más de trescientos personajes, cuya acción se desarrolla entre 1914 y 1970, y cuyo título se inspira en un célebre cuadro de Poussin. Ha sido comparada por muchos críticos con En busca del tiempo perdido de Proust, a su muy british manera. Consta de doce novelas que pueden agruparse en cuatro volúmenes, cada uno de los cuales lleva como título genérico una estación. Obra maestra del humor, con toda una gama de inolvidables, divertidos y emotivos personajes, es también, con toda su ligereza, una de las pocas obras de literatura inglesa de la posguerra que puede aspirar a la consideración de magistral. Evita deliberadamente cuanto pueda ser entendido como seriedad, y todavía más cualquier atisbo de realismo social.

Pedro Páramo. Juan Rulfo. México

La novela cuenta cómo el protagonista, Juan Preciado, va en busca de su padre, Pedro Páramo, hasta el pueblo mexicano de Comala, un lugar vacio, misterioso, sin vida. Allí, el joven descubrirá que toda la gente del pueblo se llama Páramo, que muchos de ellos son sus propios hermanos, y que Pedro Páramo está muerto. Estamos, pues, ante una novela misteriosa y fantástica cuya atmósfera envuelve al lector y los transporta a un territorio mágico de sorprendentes ramificaciones. Comala, el mítico pueblo, es el verdadero protagonista de estas páginas. Allí, envuelto en una tierra vieja que está sobre las brasas de la tierra, en la mera boca del infierno, se encontrará con las voces de la memoria de personajes de ensueño, que irán tejiendo una historia de deseos y pasado, de muertos y visiones irreales, que abarca desde mediados del XIX a las revueltas cristeras de comienzos del XX. La novela se dispara en múltiples direcciones rompiendo el tiempo, confundiendo realidad y alucinación, fundiendo violencia y lirismo con sus conversaciones entrecortadas. Entre espectros, la desolación de Comala hace realidad ese «valle de lágrimas» que compone la geografía universal del dolor, llena de ecos, violencia y aire envenenado. (Leer más: ¿Por qué es una de las novelas recomendadas del siglo XX?)

El hombre del traje gris. Sloan Wilson. EE.UU. 

En la sociedad norteamericana de los cincuenta, casi todos los hombres de clase media-alta llevan vidas similares: viven en urbanizaciones a las afueras de las ciudades, van cada día a trabajar en tren, visten trajes de corte parecido y, al llegar la noche, se relajan con la copa que les ha preparado su mujer. Se supone que no se puede pedir más a la vida. Como Tom Rath, que también parece tenerlo todo: una bonita casa, tres hijos, una mujer que le quiere y un sueldo razonable. Sin embargo esa aparente fachada no logra aplacar su angustia: abducido por su trabajo en una gran corporación y perseguido por sus recuerdos de la segunda guerra mundial, Tom no es capaz de sosegarse. Esta novela está considerada como una de las obras que mejor han sabido captar el espíritu de los cincuenta. (Leer más: ¿Por qué es una de las novelas recomendadas del siglo XX?)

Merlín y familia. Álvaro Cunqueiro. España

Una novela poblada de personajes improbables pero absolutamente verdaderos en la que la invención de su autor llega a alturas prodigiosas. La historia de un Merlín viejo y refugiado en Miranda (Lugo) llega al lector a través del relato de un testigo directo, Felipe Amancio, que recuerda a los días en los que trabajó como sirviente del mago. Cunqueiro nos presenta la figura de Merlín lejos del revestimiento mítico, casi divino, que lo había caracterizado en la Edad Media, y lo humaniza des-idealizándolo y convirtiéndolo en una persona de a pie, a la que fácilmente pudiéramos encontrar por la calle. Esta aproximación a la realidad no sólo acontece en el caso del mago, sino, en general, con todos los individuos que pueblan sus ficciones: sirenas, princesas, demonios o enanos, que habitan en un mundo desprovisto de cualquier atisbo de idealización literaria.

1956

Un paseo por el lado salvaje. Nelson Algren. EE.UU. 

Cuenta la historia de un muchacho criado en la América profunda por un padre amargado que durante la semana se dedica a limpiar de pozos negros y los sábados a la predicación, y que le impide acudir a la escuela. Encerrado en un poblacho de Tejas, el chico escapa del lugar y se dedica a vagabundear desplazándose en tren de un lado a otro con otros cientos de tipos como él en plena Gran Depresión hasta que, por fin, recala en un burdel de Nueva Orleans. Novela escalofriante que retrata un mundo sórdido y brutal donde la supervivencia es el único fin, así como su otra cara esperanzadora: la inocencia intuitiva del protagonista que pone en pie un último sentido de dignidad dentro de un código de conducta donde llegan a convivir la degradación y la ternura.

La ópera flotante. John Barth. EE.UU. 

En La ópera flotante, su protagonista, Todd Andrews pretende escribir una novela que se llama La ópera flotante. Otra cosa es que lo vaya a conseguir, porque él es abogado y no escritor, y además ha decidido escribir sobre el día que, hace años, decidió suicidarse, lo que no es fácil. Obra de carácter netamente metaficcional, es uno de los mejores ejemplos de literatura postmodernista. Apoyada en un constante humor, el texto plantea numerosos conflictos humanos pero siempre vistos desde la ironía o la distancia, lo que acaso aumenta su tragedia. Indagación continua en el suicidio, el más grave problema humano según los existencialistas, esta novela es una constante llamada al asombro y la sorpresa, una obra, ante todo, inteligente. (Leer más: ¿Por qué es una de las novelas recomendadas del siglo XX?)

La caída. Albert Camus. Francia 

La historia tiene lugar principalmente en un bar de Ámsterdam, un tugurio al que acude gente no demasiado recomendable, llamado el Mexico City. Allí, un hombre al que jamás identificaremos ni por su nombre ni por su voz, conoce de forma fortuita a un tipo que dice llamarse Jean Baptiste Clamence, aunque poco después este admitirá que se trata de un nombre falso. Ambos simpatizan y lo que comienza con una invitación de cortesía para tomar una copa, se convierte en una auténtica confesión que se extenderá a lo largo de cinco días en los que ambos personajes volverán a reencontrarse para que Clamence le explique detalles de su vida que lo han llevado al punto de su vida en el que se encuentra. Una muestra del absurdo humano, un tejido ético que se pone a prueba tras los horrores vividos en la Segunda Guerra Mundial y una fina línea que separa el bien del mal, escrito en un tono seco y directo dentro de un discurso fluido y poético. (Leer más: ¿Por qué es una de las novelas recomendadas del siglo XX?)

El zafarrancho aquel de Via Merulana. Carlo Emilio Gadda. Italia

Ambientada en la Roma de 1927, en pleno auge del fascismo, la historia gira en torno a los esfuerzos del comisario de policía Francesco Ingravallo, quien debe de resolver el caso del robo de unas joyas a una condesa y el posterior asesinato de una joven melancólico y espléndida a la que el comisario admiraba en secreto. Ingravallo es una especie de policía filósofo que irá enredando la investigación entre hipótesis extravagantes y una prodigiosa inteligencia que se pone de manifiesto en un texto plagado de neologismos, digresiones y una riqueza lingüística que hace de esta novela una especie de ópera bufa que se ríe de la realidad social vivida en Italia bajo el fascismo.

Gran sertón: Veredas. Joao Guimaraes Rosa. Brasil    

Minucioso retablo ambientado en el sertón, vasto territorio del noroeste de Brasil. No es una novela al uso, sino una suma de historias, un complejo relato lleno de derivaciones y de meandros. Narra la vida de un hombre del sertón, Riobaldo, pero en realidad se trata de una obra coral, con una importante presencia de la miseria, la rebeldía y el bandidaje. El héroe, que narra su vida al escritor ya en la ancianidad, en un monólogo que es todo el libro, llega a ser el jefe de una banda y en su narración siempre está presente la obsesión por el amor de un hombre, que nunca se define enteramente como carnal hasta al final. En cierto modo es un reescritura de la historia de Brasil, como si fuera una novela de caballerías, con la oposición entre lo arcaico y lo moderno, la ciudad y el campo. (Leer más: ¿Por qué es una de las novelas recomendadas del siglo XX?)

El pabellón de oro. Yukio Mishima. Japón

Lo que Yukio Mishima plantea en esta novela guarda cierta relación con el conocido síndrome de Stendhal: la belleza puede llegar a resultar dañina, enfermiza, insoportable. Y para acentuar esa premisa, el escritor  recurre al contraste, en este caso anteponiendo la majestuosa belleza del Pabellón de Oro con la fealdad de su personaje principal, Mizoguchi. Éste es un joven tartamudo que carece de cualquier atractivo físico y que arrastra un enorme complejo de inferioridad desde su más tierna infancia. La soledad se ha convertido en la única y auténtica compañera durante la existencia de este personaje que, definido como taciturno, solo alimenta una ilusión: ansía poder conocer algún día el templo Kinkakuji o Pabellón de Oro de Kioto, de una belleza deslumbrante. La obra se perfila como un debate filosófico, que llevará al lector a reflexionar durante su lectura sobre aspectos contrapuestos, como la vida y la muerte, la belleza y la fealdad, la pureza y corrupción, así como los diferentes claroscuros que conforman la existencia. (Leer más: ¿Por qué es una de las novelas recomendadas del siglo XX?)

La llave. Junichiro Tanizaki. Japón

La primera virtud de La llave es su intención de signo poético: la voluntad de Tanizaki de crear una estructura formal y un tratamiento estilístico al margen de la fisicidad del tema, incorporando motivos sentimentales y psicológicos que explican el erotismo del relato; es decir, en este caso la sexualidad no constituye un fin en sí mismo. La segunda virtud es la perspectiva netamente cultural del sexo. Podríamos pensar que el acto sexual (o como en el caso de esta novela, la fantasía sexual) es igual en todas partes, pero Tanizaki nos saca de este error con un alarde de inteligencia creadora. Obra maestra de la literatura erótica, lo es también de la literatura en general, y que el erotismo, si bien lo impregna todo, puede ser fácilmente obviado por los lectores más escrupulosos para adentrarse en otra novela, esta vez sobre la verdad y la mentira, sobre la falsedad y la apariencia en el amor. (Leer más: ¿Por qué es una de las novelas recomendadas del siglo XX?)

Bearn. Llorenç Villalonga. España 

Escrita en catalán en forma de memorias, Bearn habla del fin de un modo de vida (el antiguo régimen) y del ocaso de una clase social (la nobleza rural), lo que le ha valido una constante comparación con El Gatopardo, novela posterior a la de Villalonga. Femmes fatales, tramas masónicas, salas secretas, Montgolfiers, autos locos, los fastos del París del Segundo Imperio y la elegía a una Mallorca erigida en mito. Escrita en catalán, en una época dominada por el realismo, destaca por su narrativa de alto vuelo proustiano, su pesquisa fáustica de la verdad, su desasosiego por el paso inexorable del tiempo, su retrato del amor pasional y de la serenidad conyugal en un mundo aristocrático destinado a la desaparición, su defensa de la razón ilustrada ante la superchería capellanesca y sus tramas con los misteriosos Rosacruces.

Los demonios. Heimito Von Doderer. Austria 

Soberbia y envolvente novela coral, con más de cien personajes inolvidables, extraídos de todas las capas sociales de la Viena de postguerra, escrita a partir del hecho histórico del incendio del Palacio de Justicia de Viena en 1927. En su crónica no dejan de percibirse los ecos de un ilustre pasado y sus transformaciones, así como el convencimiento de que la ideología ahoga la esencia constitutiva de la vida. Tomando la ciudad como eje protagonista, la novela no llega a proporcionarnos la certeza indudable de los hechos como lo hacen los hechos, los actos de las personas que aquí se afligen, se reúnen y se separan.

Nedjma. Kateb Yacine. Argelia 

Esta obra se trata de una historia metafórica en la que cuatro jóvenes –Rachid, Lakhdar, Mourad y Mustapha– gravitan en torno a Nedjma, en busca de un amor imposible y una reconciliación con su tierra natal y los ancestros. La muchacha, bella e inaccesible, simboliza también la Argelia que resiste sin cesar a sus invasores, desde los romanos hasta los franceses. Escrita tras el levantamiento popular del 8 de mayo de 1945 por la independencia de Constantina y el consiguiente conflicto entre Argelia y Francia, por su independencia, en el centro de la obra –pluridimensional y polifónica– se halla la cuestión de la identidad, tanto de los personajes como la de una nación.

1957

Una muerte en la familia. James Agee. EE.UU. 

Jay Follet muere en accidente de tráfico cuando regresa a casa después de atender una emergencia familiar. Su ausencia marca las vidas de su esposa, Mary, y de sus dos hijos de corta edad, Rufus y la pequeña Catherine. Sobre este breve argumento, el escritor norteamericano teje una historia angustiosa y desgarradora que mantiene en vilo al lector y lo obliga a contemplar las diversas conductas del ser humano ante un acontecimiento extremo y, finalmente, ante el hecho definitivo de la muerte. Retrato de familia en el que todos tratan desesperadamente de transmitir amor, incluso en las discusiones o en las regañinas y los pequeños malentendidos y donde todos quedan maravillosamente individualizados y retratados.

La modificación. Michel Butor. Francia 

Lejos de ser un héroe de acción, el protagonista de la obra apenas actúa o se desplaza, físicamente constreñido al espacio del compartimento del tren que le lleva a Roma y del que tan sólo sale para fumar, comer o simplemente estirar las piernas. En contrapartida, presenta una gran movilidad mental. La aventura no es sino esencialmente interior; el heroísmo no es sino el de la conciencia: el viaje París-Roma que realiza Léon Delmont durante veintiuna horas constituye el soporte anecdótico del itinerario mental, emocional y espiritual que se va configurando mediante la acción de la mirada, del recuerdo, del pensamiento y de la imaginación. Escrita en segunda persona, Michel Butor logró un sutil equilibrio entre elementos narrativos tradicionales y otros más novedosos.

El barón rampante. Italo Calvino. Italia     

Cuando tenía doce años, Cosimo Piovasco, barón de Rondó, en un gesto de rebelión contra la tiranía familiar, se encaramó a una encina del jardín de la casa paterna. Ese mismo día, el 15 de junio de 1767, encontró a la hija de los marqueses de Ondarivia y le anunció su propósito de no bajar nunca de los árboles. Desde entonces y hasta el final de su vida, Cosimo permanece fiel a una disciplina que él mismo se ha impuesto. La acción fantástica transcurre en las postrimerías del siglo XVIII y en los albores del XIX. Cosimo participa tanto en la revolución francesa como en las invasiones napoleónicas, pero sin abandonar nunca esa distancia necesaria que le permite estar dentro y fuera de las cosas al mismo tiempo. Según Calvino en esta obra abordó su verdadero tema narrativo: «Una persona se fija voluntariamente una difícil regla y la sigue hasta sus últimas consecuencias, ya que sin ella no sería él mismo ni para sí ni para los otros».

Justine. Lawrence Durrel. Gran Bretaña    

La propuesta de Durrell es la siguiente: hay tantas verdades como seres humanos que las viven y cuentan: todo es relativo, y todo, absolutamente todo, está teñido de subjetividad. Por ese motivo escribió cuatro novelas, cuyo conjunto se titula El cuarteto de Alejandría, de la cual Justine es la primera obra. Escrita con una belleza y una sensibilidad difícil de encontrar en toda la historia de la literatura, Justine es la mujer sexual por excelencia. En este volumen está vista desde el punto de vista Darley, un personaje deslumbrado por una mujer a quien él considera la más atractiva de Alejandría. El texto que produce tiene el tono del deslumbramiento: él, que ha tenido la suerte de ser admitido como amante de tan fantástica mujer, no se lo cree del todo, cree no merecerla, y lo que narra es lo que vio en ella, lo que aprendió y lo que disfrutó. Un testimonio que es un canto a los sentidos. (Leer más: ¿Por qué es una de las novelas recomendadas del siglo XX?)

Un asesino en escena. Ngaio Marsh. Nueva Zelanda

Una de las grandes damas de la novela policíaca, Ngaio Marsh combinó su pasión por el teatro por la escritura de novelas de misterio. Ya desde el propio título, el escenario de la acción queda perfectamente enmarcado: el asesinato que tendrá que investigar el infatigable detective Roderick Alleyn, que por casualidad se cuenta entre el público, tiene lugar durante la representación de una obra dramática. Cuando, en plena función, un arma de atrezo dispara una bala real, las tablas del teatro Unicorn se convertirán de pronto en la inesperada escena de un crimen. La víctima: un actor mediocre que trataba de alcanzar el estrellato mediante el soborno. Los sospechosos: varias de las víctimas de sus chantajes y dos recelosas compañeras sentimentales. Todos los elementos necesarios para arrellanarse cómodamente en la butaca y averiguar cómo acabará la función. Una novela encantadora e inteligente elevada a la categoría de obra maestra. (Leer más: ¿Por qué es una de las novelas recomendadas del siglo XX?)

Homo Faber. Max Frisch. Suiza

Faber  se  encuentra  en  situación  de enemistad manifiesta con todo lo que le rodea. Su actividad laboral se concibe  como  una  lucha  constante  contra  la  naturaleza.  Ya  desde  el  principio  del informe,  la  naturaleza  se  presenta  como  un  obstáculo  para  los  avances  de  la técnica:  una  nevada  impide  que  el  avión  pueda  despegar.  Y  Faber  procura siempre alejar de sí a la naturaleza en todo lo posible sirviéndose para ello de todos los recursos técnicos imaginables: reside en Nueva York, la metrópolis de la técnica, y además en un rascacielos, alejándose así en vertical del contacto  con  la  tierra,  y  para  evitar  tener  el  menor  contacto  con  la  naturaleza  y burlarse  de  ella,  se  rodea  de  máquinas. Faber es el hombre tecnológico, el exponente de la civilización, y en la jungla que ésta supone encontrará realmente la  imposible  separación de  la  vida  y  la  muerte. (Leer más: ¿Por qué es una de las novelas recomendadas del siglo XX?)

La puerta secreta. Marlen Haushofer. Austria 

Annette es una mujer joven de unos treinta años que no espera nada de la vida. Y no es porque no le interese, sino simplemente porque ha sido educada de una forma tan estricta que no se considera capaz de desear nada para sí misma. Criada por una tía monjil, se hace bibliotecaria porque éste es el primer empleo que se le ofrece. A lo largo de los años sale con varios novios insípidos porque ellos se lo piden y, finalmente, acepta casarse con un hombre ;del que se enamora por su brutal vitalidad; porque se queda embarazada. Este matrimonio forzado en todos los sentidos es vivido por la heroína femenina con total lucidez: sabe que no le une nada al marido más allá de la cama, sabe y encuentra lógico que éste la engañe con otras mujeres durante el embarazo y sabe que, al dejar su trabajo, ha renunciado al único asidero que le garantizaba algo de independencia. Una novela que retrata con gran dureza y lucidez el sometimiento de las mujeres a los hombres en el matrimonio.

En el camino. Jack Kerouac. EE.UU. 

Libro que fue la biblia y el manifiesto de la generación beat, se ha convertido en una «novela de culto» y en un clásico de la literatura norteamericana. Con un inconfundible estilo bop, que consiguió para Kerouac el título de «heredero de Charlie Parker», en esta novela se narran los viajes enloquecidos, a bordo de Cadillacs prestados y Dodges desvencijados, de Dean Moriarty el mítico hipster, el héroe de todos los beatniks, «un demente, un ángel, un pordiosero» y el narrador Sal Paradise, recorriendo el continente, de Nueva York a Nueva Orleans, Ciudad de México, San Francisco, Chicago y regreso a Nueva York. Alcohol, orgías, marihuana, éxtasis, angustia y desolación, el retrato de una América subterránea, auténtica y desinhibida, ajena a todo stablishment. Una crónica cuyos protagonistas, en la vida real y en el libro, fueron Jack Kerouac (Sal Paradise), Neal Cassady (Dean Moriarty), Allen Ginsberg y William Burroughs.

El doctor Zhivago.  Boris Pasternak. Rusia

La trama se inicia con la descripción de una juventud teñida de idealismo y marcada por el amor de la que será su futura esposa, Tonya. Los avatares de la vida llevan al novicio doctor a trabajar a Siberia, donde conoce a la que se convertirá en el amor de su vida, la enfermera Larisa Antípova, la mítica ‘Lara’. El honesto enamorado decide confesar a su legítima esposa su pasión por la misma, pero una patrulla comunista le intercepta y es detenido. En la novela, Pasternak hace alusiones implícitas a los campos de prisioneros del estalinismo e incluso menciona las matanzas cometidas tanto por el Movimiento Blanco como por los bolcheviques ajeno a que su clarividencia tendría un precio. Es la gran novela sobre la Revolución Rusa.

La república de los sabios. Arno Schmidt. Alemania

En el año 2008 las bombas atómicas han desbastado el planeta, pero los sabios, pensadores y artistas más notorios viven a salvo en una «isla de hélices». Winer, periodista norteamericano – luego de atravesar un territorio envenenado por las radiaciones atómicas, donde proliferan criaturas monstruosas- , llega a visitar la isla. Pasara allí cincuenta horas repartidas entre la zona norteamericana y la zona rusa, entrevistando a viejas glorias estériles y a funcionarios que reglamentan la «creación colectiva», y descubriendo los horrores secretos: lo que se llamarán “metempsicosis» de los rusos e” hibernación” de los norteamericanos. Divertida distopía en la que el autor ironiza, con humor y fineza, sobre la Guerra Fría, los progresos deslumbrantes de la ciencia, las convenciones sociales y la política de su tiempo. (Leer más: ¿Por qué es una de las novelas recomendadas del siglo XX?)        

El primer hombre. Albert Camus. Francia 

Novela claramente autobiográfica (e inacabada por la muerte del autor) es, sin lugar a dudas, el libro más personal, el más íntimo, el más abiertamente sentimental de Albert Camus. El protagonista es Jacques Cormey, un niño que pierde a su padre en la Primera Guerra Mundial, a la edad de un año. Este será, como veremos luego, uno de los ejes fundamentales en torno al cual se articula la novela. Se va a Argel con la madre, una mujer sorda y analfabeta, pero con un carácter especialmente fuerte y con una alta capacidad de trabajo. El resto de la familia la completan su abuela y otros dos hermanos, uno de ellos con deficiencias mentales. A partir de aquí, se articularán varios diferentes hilos narrativos que formarán el sentido último de la novela. (Leer más: ¿Por qué es una de las novelas recomendadas del siglo XX?)

Voss. Patrick White. Australia

Nunca nadie se ha adentrado en el interior de Australia; según dicen, no es más que un páramo lleno de bestias y tribus sanguinarias. Pero todo cambia cuando Voss, un explorador alemán (inspirado en Ludwig Leichhardt, un naturalista prusiano que realizó varias incursiones por esa zona a mediados del XIX), llega a la colonia con la intención de llevar a cabo una expedición histórica: atravesar el desconocido y brutal desierto australiano. Cuenta para ello con un mecenas, el señor Bonner, que, además de proporcionarle víveres y un grupo de compañeros para su viaje, le presenta a su sobrina, Laura Trevelyan, con quien Voss establece una intensa relación que trasciende el amor para internarse en la obsesión metafísica. Su vínculo tendrá que resistir un larguísimo periodo de separación, en el que Voss se enfrenta a la desolación y al aislamiento mientras ella espera su regreso sometida a una vida que siempre detestó y que ahora le pesa más que nunca. Una novela excepcional del único Premio Nobel australiano que constituye todo un homenaje a la fuerza de la voluntad humana. (Leer más: ¿Por qué es una de las novelas recomendadas del siglo XX?)

1958

Todo se desmorona. Chinua Achebe. Nigeria 

La novela narra la historia de Okonkwo, un famoso guerrero que lucha contra el legado de su padre, así como contra las complicaciones que surgen con la llegada de los misioneros blancos a su pueblo. El mundo de Okonkwo se desmorona a su alrededor y él no puede hacer nada más que luchar contra la corriente, aunque esto le cueste la vida. Achebe retrata la sociedad igbo marcada por el calendario agrícola de ñame, «encapsulada en rituales, proverbios, festejos, historias fundacionales, cuentos y canciones» que configuran toda una mitología ancestral. Posiblemente, la mejor novela del África negra. (Leer más: ¿Por qué es una de las novelas recomendadas del siglo XX?)

Gabriela, clavo y canela. Jorge Amado. Brasil    

Cuando Gabriela, una hermosa mulata analfabeta, llega a Ilhéus, ciudad del estado brasileño de Bahía, huyendo del campo y de la miseria, se desencadena un divertido cúmulo de pasiones humanas en un abigarrado marco rebosante de sabores, colores y olores. El libro comienza y termina haciendo referencia a la muerte a tiros del dentista Osmundo Pimentel y de Sinhazinha Guedes por el marido de ésta, Jesuino Mendoça, al encontrarlos juntos en la cama. La aparición de Gabriela descubre a todos que es la quintaesencia de la belleza, la sensualidad, la gracia y el alma libre, y alrededor de ella girará una divertida historia de matrimonios, amores imposibles, adulterios, casas de citas y mujeres bellísimas de todos los colores y sabores, que vuelven locos a los hombres.

La región más transparente. Carlos Fuentes. México

En esta obra por primera vez la ciudad de México, el Distrito Federal, habla por boca de sus habitantes; en ella se escuchan y convergen todas las voces de la memoria del país. México es como un ave fénix que muere todas las noches y resucita con cada amanecer; metáfora que nace con el fin de mostrar que su pasado prehispánico aún palpita en el presente. El personaje principal, Ixca Cienfuegos, adopta la figura de un guardián inamovible, una imagen pétrea que imita la estética de las ruinas del pasado que aún se encuentran en la ciudad. El lenguaje, la cultura popular y la totalidad, en esta obra, cumplen un propósito del autor: permitir que hablen los que no han podido hacerlo, ni en la literatura, ni en la historia. (Leer más: ¿Por qué es una de las novelas recomendadas del siglo XX?)

El Gatopardo. Giuseppe Tommaso di Lampedusa. Italia     

Sicilia, 1860. El tiempo parece discurrir con parsimonia en estas tierras, marcadas por los ritmos de una campiña de árida belleza y un orden social inamovible, cuya cúspide ocupa la aristocracia terrateniente. Pero la historia está a punto de dar una sacudida con el desembarco de Garibaldi. Don Fabrizio, príncipe de Salina, hombre imponente, orgulloso, sensual y lúcido, patriarca de una de las familias más poderosas de la isla, contempla impertérrito estos tiempos convulsos que acaso supongan el hundimiento de su mundo o tal vez traigan cambios que en realidad permitirán que todo siga igual. Mientras tanto, su impetuoso sobrino Tancredi abraza la causa garibaldina y se enamora de la bella Angelica, hija de un advenedizo social. Una obra llena de sensualidad e inteligencia que abarca una asombrosa comprensión de la condición humana.

Los hijos muertos. Ana María Matute. España 

Dura crítica del fariseísmo, la defensa de la moral natural y la libertad de sentimientos. Los personajes protagonistas de esta historia, los habitantes de Hegroz, son perfectamente capaces de revestir de infelicidad y amargura sus vidas, sea por desamor, por avaricia, por tristeza, por miseria o por cualquier otra de las circunstancias que les caracterizan tanto en la guerra como en la paz, tanto en los grandes momentos como en los pequeños instantes cotidianos que son herramientas de infelicidad más eficientes que las bombas. Ambientada en la guerra civil española, la autora nos muestra las historias de unos seres que habitan en un bosque, sus relaciones, sus amores y su lucha contra el orden establecido. (Leer más: ¿Por qué es una de las novelas recomendadas del siglo XX?)

Sábado por la noche y domingo por la mañana. Alan Sillitoe. Gran Bretaña    

Su protagonista es un muchacho de veintidós años, poco amante de los compromisos y que trabaja a destajo de lunes a viernes en una fábrica de bicicletas, en el sombrío Nottingham de los primeros años de la posguerra. Pero Arthur vive con los ojos puestos en el fin de semana. Cada sábado por la noche bebe hasta caerse redondo en el pub, se mete en todas las peleas que encuentra y trata de llevarse a la cama a las esposas de sus compañeros de trabajo. Sin embargo, pronto descubrirá que lo que cree que le hace libre constituye en realidad una cárcel, y que su existencia de rebelde tiene un lado oscuro cuyo rigor le es difícil imaginar. Auténtico monumento de la literatura obrera inglesa y piedra de toque del movimiento de los Jóvenes Airados británicos.

Un armiño en Chernopol. Gregor Von Rezzori. Alemania

En el ámbito despreocupado y disoluto que reina en Chernopol (cuyo modelo es Czernowitz, la ciudad natal del autor), donde conviven los pueblos más pintorescos y variopintos, se desarrolla el relato del destino tragicómico de un nuevo Don Quijote durante el período de entreguerras. El oficial de húsares Nikolaus Tildy todavía se rige por el código de honor del desaparecido ejército real e imperial austríaco, en el que servía hasta que cayó bajo el dominio de un Estado de opereta del Mediterráneo oriental. Acantonado en Chernopol, el estrafalario aristócrata Tildy, debido a su negativa a transigir, entra en conflicto con su superior. Impertérrito, trata de mantener limpio su honor, como se lo impone su antiguo y trasnochado código de valores. Novela insólita por su ironía centelleante, su agudeza mental y la brillantez de su planteamiento.

1959

El almuerzo desnudo. William S. Burroughs. EE.UU. 

Descenso a los infiernos de la droga y una denuncia horrorizada y sardónica, onírica y alucinatoria de la sociedad actual, la novela retrata un mundo sin esperanza ni futuro. Burroughs dispara sus flechas contra las religiones, el ejército, la universidad, la sexualidad, la justicia corrupta, los traficantes tramposos, el colonialismo, la burocracia y la psiquiatría representada por el siniestro Dr. Benway, el gran manipulador de conciencias, el experto en control total. Libro de una gran belleza, con un salvaje y mortífero sentido del humor.

El tambor de hojalata. Günter Grass. Alemania

Oskar Matzerath, uno de los personajes literarios más entrañables de nuestro tiempo, es un niño que se resiste a crecer porque la sociedad pequeñoburguesa del nazismo no le gusta. También es un malévolo enano que destroza cristales; un ser vulnerable, enamorado siempre de alguna mujer a la que idealiza; un superdotado obsesionado por el sexo; un ser de pestañas negras y bellas manos y un repulsivo jorobado; un asesino por encima de cualquier moralidad que no vacila en eliminar a quien lo molesta pero consigue crear con su tambor una música arrebatadora. Libro considerado en su momento provocador, pornográfico o blasfemo, permanece en sus páginas el soberbio estilo, la genialidad, la lucidez de su crítica cruel y la irrefrenable imaginación.

Zazie en el metro. Raymond Queneau. Francia 

La joven y traviesa Zazie recorre las calles del París de los años cincuenta en compañía de los más disparatados personajes. Raymond Queneau comenzó a escribir este libro el mismo año que lo hiciera Salinger con El guardían entre el centeno, y si bien se parte de una misma idea, la de un adolescente en libertad, en Zazie esa libertad es efervescente, lúdica, divertida, como una especie de respuesta al mundo existencial que se vivía en esos momentos en Europa después de la Segunda Guerra Mundial. Una original obra plagada de giros inesperados que no dejará a nadie indiferente. (Leer más: ¿Por qué es una de las novelas recomendadas del siglo XX?)

1960

El plantador de tabaco. John Barth. EE.UU. 

En los últimos años del siglo XVII, el desafortunado y torpe Ebenezer Cooke es enviado al Nuevo Mundo desde Londres para hacerse cargo de la plantación de tabaco de su padre y escribir La Marylandíada, un poema épico sobre la vida en la colonia de Maryland. Durante su odisea, Cooke es capturado por piratas e indios, pierde la herencia de su padre a manos de unos impostores sin escrúpulos, se enamora de una prostituta campesina, es víctima de conspiraciones secretas, tanto por parte de hombres como de mujeres que quieren robarle su virginidad, y tropieza con una extraordinaria galería de personajes traicioneros que cambian constantemente de identidad. Una obra imprescindible del postmodernismo.

Pornografía. Witold Gombrowicz. Polonia

Un divertido juego de parodias: parodia, en primer lugar, de la tradicional novela decimonónica ambientada en una finca aristocrática (ambiente que resulta grotescamente deformado al situarlo en la Polonia de 1943, entre ocupantes alemanes, guerrilleros, y una general criminalidad insensata), y parodia sobre todo de la fascinación que la literatura siente hoy por el erotismo, en particular por el vacilante erotismo adolescente. Novela muy cercana a la forma y el punto de vista de La náusea de Sartre, contiene un fuerte debate interno entre la idea de plenitud y no plenitud en el ser humano.              

Corre, conejo. John Updike. EE.UU. 

Todos conocemos la historia del hombre que sale un día de casa a buscar tabaco y decide no volver. Pues bien, se remonta tan sólo a 1960, año en que, gracias a John Updike, el mundo conoció al inefable Harry «Conejo» Angstrom, cuyas peripecias empiezan a contarse aquí en el momento en que, sin razón aparente, abandona mujer e hijo, su modesta condición de vendedor de MagiPeels y el recuerdo de cuando fue un as del baloncesto. A partir de entonces, Conejo Angstrom seguirá su camino sin rumbo, a la vez esquivando y buscando quién sabe qué. De ahí que este supuesto «hombre libre», como cualquiera de nosotros tal vez, caiga constante y torpemente atrapado en la enmarañada existencia con la que debe cargar inexorablemente todo ser humano.

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Acerca de José Luis Alvarado

Dijo el sabio griego que nada es comunicable por el arte de la escritura; tras apurar la copa de seca cicuta, su discípulo dilecto lo traicionó y acaso lo perfeccionó transmitiendo por escrito sus irónicos conocimientos.Como antes hiciera Montaigne, pienso que la obra de un autor se prolonga y modifica cada vez que se escribe sobre ella. La memoria, que fue oral y minoritaria, ahora se multiplica con cada palabra que integra y justifica el continuo universo, también llamado la Red.

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