Despiertos jamás experimentamos un contacto con la intensidad y precisión hiperreales con que nos lo brinda el sueño.
Esta obra no es en realidad una novela, sino un conjunto de digresiones, embriones de historias, elucubraciones más o menos oníricas, terrenos que hay que pisar con cautela. No sabemos si el párrafo que estamos leyendo está describiendo un sueño, así que debemos estar preparados para que a una peluquera le salgan cabecitas en la nuca que hablan con nosotros. Ciertamente, creo que Strauss divaga en estas imágenes para mostrarnos lo que el protagonista no se atreve a contar, o a reconocer. Que su negocio se arruina, que su matrimonio fracasa, pero que sigue amando a su mujer: Julia.
Con ese título, queremos saber cuál es el papel de Julia y Alice en este libro. Pero no es fácil, porque nos quedamos pensando si todo se trata de una metáfora, e incluso si Alice es en realidad otra imagen onírica de su mente. El barrio decadente donde se encuentra la oficina del protagonista no deja de ser, a lo mejor, otra metáfora de la soledad y el decaimiento, o simplemente el refugio de soledad donde se esconden sus sentimientos.
Strauss, en sus devaneos, pasa por el nihilismo, el existencialismo, la muerte, las relaciones laborales, el amor, las manipulaciones genéticas, el tratamiento farmacológico de la personalidad, la banalidad de los asuntos humanos… abriendo heridas y cruzando abismos, para acabar con una diatriba sobre el matrimonio y un final casi romántico. Sobre el título, cómo es posible no comentarlo: Julia, siempre presente en su relación con Alice, su amante. Posiblemente.
Botho Strauss (1944, Naumburg, Alemania), más conocido por ser autor y crítico teatral, ha escrito también novelas, de las que poco a poco nos llegan traducidas al castellano.
La noche con Alice, cuando Julia merodeaba por la casa. Botho Strauss. Galaxia Gutenberg.