El percherón mortal, de John Franklin Bardin: suspense psicodélico

El percherón mortal de John Franklin Bardin resulta un novela cuya lectura sorprende gratamente ya que, aunque es un título escrito en 1948, la trama utiliza giros inesperados y cambios de ritmo muy similares a los que emplean las series de televisión y dramas actuales. Además, a base de sorpresas y golpes de efecto, John Franklin Bardin consigue mantener al lector enganchado en todo momento.

En opinión de Guillermo Cabrera Infante, El percherón mortal “jamás debería ser resumida”. Y califica a John Franklin Bardin como uno de los escritores originales que hay en la novela policial, junto con dos consagrados como Edgar Allan Poe y Dashiell Hammet. Sin embargo, por extraño que parezca, John Franklin Bardin es un autor olvidado y sus obras ni siquiera aparecen en las listas de las cien mejores novelas policiales propuestas por asociaciones como Crime Writers’ Association o Mystery Writers of America.

El percherón mortal se trata de un texto especial y diferente que, pese a poder pertenecer al género de la novela negra, no se amolda a los tópicos y estándares típicos y utiliza lo que podrían parecer elementos de enfermedades psiquiátricas para mantenernos en vilo durante la lectura. Algo que hace de esta novela una obra especialmente valiosa es que no se parece al relato de los autores más típicos del género de misterio o de la literatura policiaca.

Una trama que juega con lo misterioso y lo delirante

El libro está narrado en primera persona por el psiquiatra George Matthews, que una tarde atiende de forma casual a Jacob Blunt: un paciente que aparece a última hora en su consulta con miedo de estar volviéndose loco. Su apariencia es completamente normal salvo en un detalle: lleva una flor prendida en su pelo.

Durante la sesión, narra cómo unos “lepricanos” (algo así como unos duendes) le pagan 10 dólares cada vez que lleva a cabo sus extraños encargos. Dentro de las comandas están las de llevar en el pelo la flor que le entreguen, silbar en las actuaciones de la Orquesta Metropolitana de Nueva York o regalar centavos a extraños en la calle. Blunt cree que puede sufrir alucinaciones, pero sin embargo el dinero que recibe es real y asegura no haber retirado dinero de su cuenta desde que recibe esos pagos.

Matthews le acompaña para salir de dudas y descubre que los “lepricanos” existen. Esa misma noche, uno de ellos le hace entrega de un percherón y le encarga entregárselo a la estrella de musical Frances Raye. Horas más tarde Matthews recibe una llamada diciendo que Jacob ha sido arrestado por el asesinato de Raye. A partir de aquí se desarrolla una trama de misterio que, cuando creemos que ya está resuelto, da sucesivos giros inesperados, manteniendo la intriga hasta la última página.

Salvo este breve apunte, siguiendo el consejo de Cabrera Infante, no voy a contar mucho más de la trama de El percherón mortal para que el lector que lo desee descubra por sí mismo cómo avanza y se desarrolla. Si diré que resulta especialmente interesante el recurso de utilizar como narrador  a uno de los protagonistas de la historia, donde podemos ver matices de una personalidad obsesiva llena de dudas sobre sí mismo y sobre los demás.

John Franklin Bardin utiliza de manera muy inteligente sus conocimientos en psiquiatría para desarrollar la obra y lanzar disertaciones a través de Matthews que nos ayudan a cuestionarnos la realidad en la que estamos sumergidos durante la lectura.

Respecto a la manera en la que los crímenes de la segunda parte se cometen y los móviles de estos, pueden parecer cogidos con pinzas y es precisamente esta cualidad la que hace de esta novela algo único. La trama está redactada con el ritmo, la incoherencia y la oscuridad de una pesadilla.

Los personajes psicóticos en las novelas de Bardin

Hay que tener en cuenta que, debido al interés personal de John Franklin Bardin por la psiquiatría, las personalidades psicóticas son una constante en sus novelas y puede llegar a considerarse parte de su estilo e identidad como autor. En sus textos utiliza con maestría la delgada línea que separa la realidad de la imaginación durante las alucinaciones, haciendo que el lector se cuestione de manera constante la realidad dentro de sus relatos.

Posiblemente esa sensación de alucinación constante sea uno de los principales encantos de El percherón mortal. No es que la trama de la novela sea exactamente surrealista ni mucho menos onírica, pero sí que es extraña por la acumulación de sorpresas. La aparente incoherencia de los hechos, los cambios de ritmo y la apariencia de que el personaje principal está viviendo una pesadilla acentúan el interés de la historia.

Sin más, les animo a conocer esta novela y a su autor. Creo que al igual que Dorothy Sayers, Dashiell Hammett y muchos otros escritores del género negro y policial, John Franklin Bardin merece tener su nombre en la nómina más destacada de dichos géneros, aunque lo que se conozca de él sea poquísimo. Lean El percherón mortal y juzquen por ustedes mismos.

El percherón mortal. John Franklin Bardin. Ediciones B

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Acerca de Jaime Molina

Licenciado en Informática por la Universidad de Granada. Autor de las novelas cortas El pianista acompañante (2009, premio Rei en Jaume) y El fantasma de John Wayne (2011, premio Castillo- Puche) y las novelas Lejos del cielo (2011, premio Blasco Ibáñez), Una casa respetable (2013, premio Juan Valera), La Fundación 2.1 (2014), Días para morir en el paraíso (2016) y Camino sin señalizar (2022).

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