Cicutadry Reseñas y Recomendaciones literarias, cinematográficas y musicales
Encontrar a un buen escritor de narrativa es siempre un momento gozoso para los amantes de la lectura, lectores impenitentes y, en general, para cualquier persona para la que la lectura sea, más que un mero pasatiempo, una necesidad. Cuando uno se encuentra, además, a un autor capaz de dominar las tramas y los tiempos tanto en distancias largas (con una novela) como en las cortas (con los relatos), esa felicidad que produce la lectura se acrecienta. Marcelo Luján es, sin lugar a dudas, uno de esos autores que dominan la técnica de su oficio en ambas vertientes y es capaz de producir excelentes novelas y también relatos extraordinarios. Hay algo en estos cuentos que componen el libro En algún cielo que me trajo casi inevitablemente a la memoria los relatos de Julio Cortázar. Pero Luján no es Cortázar, y con esto quiero decir que, pese a que bebe de las fuentes del maestro, este escritor ha sabido encontrar su propio camino, es decir, el que conduce hacia un estilo propio, que es lo que debe hacer un escritor que se precie, además tener buenas historias que contar y hacerlo bien.
Los seis relatos que componen este libro fueron escritos en momentos muy diferentes y tal vez lo que más me ha llamado la atención es que, en su conjunto, no componen el típico volumen de cuentos con una temática unitaria, ni siquiera con una técnica narrativa común. Además de sus localizaciones diferentes (Santander, Madrid, Londres, Malvinas), Luján nos muestra su talento haciendo justo lo contrario de los que suele hacerse en un libro de cuentos, esto es, indagando en recursos literarios poco usuales y engarzarlos con temáticas completamente dispares.
Así, en el primer cuento, En algún cielo, un hombre se monta en un tren en la estación de Santander y se queda intrigado por el llanto de una de las pasajeras mientras la historia avanza hacia un final en el cual el autor se reserva un golpe de efecto muy bien calculado.
La segunda historia, titulada Insistencias, es sin duda el relato más complejo. Construido con una estructura bastante llamativa, Luján nos refiere la historia de un exiliado que vive una extraña dualidad. Acompañado por su pareja sentimental, el hombre está acostado junto a su pareja, mientras piensa que ella debe de saber que él está pensando en otra mujer y desea con toda su alma que piense en ella, o que diga que está pensando en ella, aunque eso suponga un mentira.
Con La noche inminente, que es como se titula el tercer relato Marcelo Luján vuelve a situar la acción en un tren, porque nos narra el viaje de un hombre en tren que nos transmite su zozobra y su intento por escapar en una especie de huida hacia adelante.
The queenless es un magnífico cuento ambientado en la Guerra de las Malvinas.
En cuanto a Cuidados intensivos, se trata de una historia oscura y algo siniestra en la que se nos cuenta la historia de un psicópata que decide vengarse de su exnovia planeando su muerte de un modo cruel e ignominioso.
El relato que cierra este libro es Los aprendices, posiblemente el más sólido de todo el conjunto, y trata la historia de un aprendiz de escritor que narra en primera persona la historia de cómo se casó, los trabajos como aprendiz que tuvo que aceptar, trabajando prácticamente todo el día para lograr mantener a su mujer y a sus hijos. La historia da un giro en el momento en que se nos revela la infidelidad de su mujer, auspiciada por su madre, que ha practicado una especie de hechizo sobre el protagonista.
El rencor, el miedo a la soledad o a la pobreza, la realidad que nos rodea y que, sin embargo, nos sigue sorprendiendo pese a su pretendida cotidianidad, son algunos de los elementos que Luján inserta en sus relatos, utilizando una prosa que alterna la sencillez con la complejidad, dando quiebros que nos sorprenden en cada párrafo. Sin duda que Marcelo Luján se trata de un autor que vale la pena seguir leyendo.
En algún cielo. Marcelo Luján. Fundación Colegio del Rey
