Cicutadry Reseñas y Recomendaciones literarias, cinematográficas y musicales
Pablo Neruda (1904-1973). Chile
Ricardo Eliecer Neftalí Reyes Basoalto, más conocido como Pablo Neruda, es sin duda el artista chileno más universal. Alabado por los más grandes artistas de todo el mundo, el mítico canon occidental de Harold Bloom incluye a este grandísimo poeta.
En 1923 publica su primer libro, Crepusculario, que es muy bien recibido por la crítica. Al año siguiente aparece la que será la más popular de sus obras, Veinte poemas de amor y una canción desesperada, que se convertirá en uno de los poemarios amorosos más conocidos en la poesía contemporánea.
Trabajó como cónsul de Chile en varios países asiáticos, y en 1933 fue destinado como cónsul en Buenos Aires, donde concode a la élite intelectual y literaria de la época, entre otros, a Jorge Luis Borges y a Federico García Lorca, que se encontraba de viaje en Argentina.
En 1934 fue nombrado cónsul en Barcelona primero y en Madrid después. En España conoce a los poetas de la Generación del 27. Tuvo un papel activo durante la Guerra Civil Española en el que intentó ayudar a los republicanos y se mostró abiertamente a favor de la Repúclica, lo que le costó la destitución de su cargo como cónsul. Siguió viajando como cónsul por diversos países. En 1945 se afilia al partido comunista. Cuatro años más tarde se ve obligado a exiliarse de su país. En 1969 llegó a ser precandidato a Presidente de la República de Chile, pero se retira en favor de su amigo Salvador Allende, que tras su victoria electoral, manda a Neruda a París como embajador. Allí recibe la noticia de la concesión del Premio Nobel, en 1971. Morirá dos años más tarde, en su casa de Isla Negra.
En este artículo comentaremos el poema 10 de su maravilloso libro 20 poemas de amor y una canción desesperada:
Hemos perdido aun este crepúsculo.
Nadie nos vio esta tarde con las manos unidas
mientras la noche azul caía sobre el mundo.
He visto desde mi ventana
la fiesta del poniente en los cerros lejanos.
A veces como una moneda
se encendía un pedazo de sol entre mis manos.
Yo te recordaba con el alma apretada
de esa tristeza que tú me conoces.
Entonces, dónde estabas?
Entre qué gentes?
Diciendo qué palabras?
Por qué se me vendrá todo el amor de golpe
cuando me siento triste, y te siento lejana?
Cayó el libro que siempre se toma en el crepúsculo,
y como un perro herido rodó a mis pies mi capa.
Siempre, siempre te alejas en las tardes
hacia donde el crepúsculo corre borrando estatuas.
La identidad entre el amor y la belleza, es casi siempre la propuesta filosófica y emocional de Neruda cuando juega con ambas el poeta.
Y ese juego es fundamentalmente entre el Yo y lo totalmente otro, pero que tiene que ver conmigo.
Como en Lorca, juegan la luz y la sombra en los altos parámetros de las celosías, que en este caso, son celosías del crepúsculo.
La naturaleza como metáfora del interiorismo, de lo emotivo, ha sido siempre una constante desde los mismos inicios de la literatura.
Aquí perder un ápice de su esplendor, es perder también entraña del ser amado.
Todo es sublime en esa fiesta estética por excelencia.
He visto desde mi ventana
la fiesta del poniente en los cerros lejanos
La melancolía aparece no solo como consecuencia, sino como esencia, como algo intrínseco al sentir elevado del poeta – cuán largo rastro nos dejó el romanticismo.
Qué caprichoso el amor, qué deleite el que capta Neruda por las cosas cotidianas por lo que está ahí y casi pasa de puntillas.
Por qué se me vendrá todo el amor de golpe
cuando me siento triste y te siento lejana?
Genial Pablo Neruda, hacer de lo más cotidiano y común, algo absolutamente estremecedor.
Recomendable siempre la poesía de Neruda, no por más conocida menos deliciosa.
Reseñas sobre literatura hispanoamericana en Cicutadry:
