Sumisión. Michel Houllebecq: el reemplazo de las civilizaciones

sumision-michel-houellebecqQuien haya leído un poco sobre la obra de Houllebecq, conocerá sobradamente su fama de escritor controvertido y polemista. Sumisión, su última novela publicada hasta la fecha, comenzó su andadura de un modo ya de por sí bastante equívoco: iba a ser presentada y lanzada a la venta en enero de 2015, pero Houllebecq decidió posponer su publicación debido al atentado terrorista que costó la vida a doce personas de la revista Charlie Hebdo, entre los que figuraban amigos del escritor. He de decir que terminé de leer este libro una semana antes del reciente atentado en el aeropuerto y el metro de Bruselas. Sin embargo, una vez que lo hube finalizado, no lo hallé tan escandaloso ni tan polémico como muchas críticas habían apuntado.

La temática gira en torno a una ficción política: Houllebecq imagina un futuro bastante próximo en el que un partido de ideología musulmana, la llamada Fraternidad Musulmana, gana las elecciones por una serie de circunstancias que, lejos de parecernos irreales, Houllebecq nos las presenta de un modo que resulta bastante convincente. El partido conservador ha perdido muchos apoyos y, en cambio, el Frente Nacional de Marine Le Pen es la fuerza política más votada, algo que no está tan alejado de la realidad actual. Además entra en juego un partido recién formado, la Hermandad Musulmana, que se encuentra liderado por un político joven, con carisma, y un discurso convincente: Mohammed Ben Abbes. En la primera vuelta de las elecciones, el Frente Nacional es la lista más votada y a continuación, aunque el Partido Socialista y la Hermandad Musulmana están muy cercanos en porcentaje de votos, es este último partido el que logra situarse en segundo lugar. En la segunda vuelta, la Hermandad Musulmana logra el apoyo de los socialistas, quienes anteponen sus ideales antirracistas y su rechazo al Frente Nacional a su espíritu de izquierdas y laicista, pese a que la ideología religiosa del otro partido tenga un carácter claramente conservador y de este modo, en Francia se constituye el primer gobierno de ideología musulmana.

Sin embargo, el líder de la Hermandad Musulmana es lo bastante hábil como para convencer a la población de que sus ideas son moderadas y tolerantes y que, lejos de imponer un estado totalitario, dará muestras de su generosidad con cualquier institución religiosa incluyendo, por supuesto, a la Iglesia Católica. Los primeros movimientos de Ben Abbes están dirigidos estratégicamente hacia la educación, de modo que a través de una serie de leyes y decretos convierte las universidades más prestigiosas del país, incluyendo a la Sorbona, en universidades islamistas. A los profesores que las integran les ofrece dos alternativas: o se jubilan con una pensión generosa que supera su sueldo actual como profesores, o aceptan convertirse y trabajar en una universidad de carácter islamista ganando un sueldo escandalosamente más elevado.

François, el protagonista y narrador de esta historia, es uno de esos profesores universitarios que, pese a ser todavía joven (se trata de un cuarentón), acepta la jubilación antes que ingresar en una ideología que siente como ajena y extraña. El proceso de este personaje a lo largo de la novela podría definirse como un proceso de desintegración paulatino, pues François va perdiendo todo lo que realmente le importa. Primeramente, pierde a su novia Myriam, una estudiante judía que decide emigrar a Israel cuando el partido de Ben Abbes llega al poder. Tras haber renunciado a su trabajo como docente, sin ninguna actividad intelectual y sin el amor de Myriam, François se enfrenta a la pérdida de sus seres más queridos: sus padres. Posteriormente, tratará de reencontrar el interés de sus investigaciones en Joris Karl Huysmans, un escritor francés sobre el que realizó una tesis doctoral y que pasó de ser un escritor naturalista con una visión bastante pesimista y decadentista del mundo que terminó convirtiéndose a la fe católica. En cierto modo, François es un personaje que, al igual que su admirado Huysmans, desea con todas sus fuerzas poder creer en algo, encontrar una fe a la que agarrarse. Pero su conocimiento de Huysmans es tan amplio,lo ha estudiado en tal grado de profundidad que llega un punto en que deja de interesarle, de modo que Franóis se enfrente a la que quizá sea la pérdida más grave de todas, la única relación estable y duradera que nunca ha tenido, la de su proyecto docente e investigador. François trata de encontrar consuelo en la fe católica, aunque él no es creyente y, obviamente, fracasa en el intento. Lo que le queda, agotadas todas las posibilidades, es ser capaz de hallar refugio en otra fe, en algo nuevo. Y es justo entonces cuando recibe una oferta de su antigua universidad: la Sorbona.

En el fondo, François no es más que un hombre que de la noche a la mañana se encuentra completamente solo, y la soledad provoca en él el miedo más atroz que lo empuja a una especie de huida hacia adelante, huida que, obviamente, no le conducirá a ningún sitio, salvo al fracaso. De hecho, la trama política en esta novela es puramente anecdótica. Más que eso, Sumisión presenta sin tapujos la disolución total de los valores en nuestra sociedad y también aborda de un modo incisivo el tema de la soledad del hombre moderno. Sumisión, más que querer fantasear o polemizar con un posible escenario político, es una novela que nos habla sobre la decadencia de una civilización, la occidental, y su reemplazo por otra civilización más fuerte. Una tesis que me trajo a la memoria la defendida por el historiador Arnold Toynbee en su conocido Estudio de la Historia o en su obra La civilización puesta a prueba.

Este es, en definitiva, un libro que no debiera tratarse de un modo alguno como una provocación, ni como un insulto o rechazo de tal o cual ideología. En cambio creo que es una obra de rabiosa actualidad que invita a la reflexión, además de sus innegables cualidades literarias. Nada más que por eso, por ese instante de ebullición con que Houllebecq trata de remover nuestro intelecto o nuestra conciencia, merece la pena ser leída. Si finalmente deciden hacerlo, les recomiendo que dejen a un lado sus prejuicios.

Sumisión. Michel Houllebecq. Anagrama

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Acerca de Jaime Molina

Licenciado en Informática por la Universidad de Granada. Autor de las novelas cortas El pianista acompañante (2009, premio Rei en Jaume) y El fantasma de John Wayne (2011, premio Castillo- Puche) y las novelas Lejos del cielo (2011, premio Blasco Ibáñez), Una casa respetable (2013, premio Juan Valera), La Fundación 2.1 (2014), Días para morir en el paraíso (2016) y Camino sin señalizar (2022).

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